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De inmigrante irregular a campeón nacional de ajedrez: Fahim, el niño bangladeshí que se salvó de la deportación

De inmigrante irregular a campeón nacional de ajedrez: Fahim, el niño bangladeshí que se salvó de la deportación

lunes 29 de febrero de 2016, 14:07h

'El Rey de Bengala' es el título del libro que narra la historia de Fahim, un niño bangladeshí que se vio obligado a huir de su país con su padre por su talento jugando al ajedrez, y demandó asilo y fue inmigrante irregular en Francia durante cuatro años, hasta que se convirtió en campeón nacional de este deporte.

Fahim vivía junto a su familia en Dakha, capital de Bangladesh, y con sólo 5 años comenzó a destacar por su intuición con el tablero, pero su afición se convirtió en pesadilla el día en el que su padre recibió una carta que decía que su hija estaba en peligro y le querían secuestrar. Ante tal amenaza, padre e hijo emprendieron la huída en 2008, dejando atrás a la madre de Fahim y sus dos hermanos.

Padre e hijo se embarcaron en el viaje más difícil de sus vidas, y aunque su destino era Madrid, finalmente, tras pasar por Calcuta, Nueva Delhi y Hungría, llegaron a Francia, donde solicitaron el derecho de asilo. En una entrevista publicada por Europa Press, Fahim, que ahora tiene 15 años, contó que su recuerdo del viaje se reduce a lo mucho que le disgustaban los medios de transporte y que "se tardaba en todo muchísimo". "Mi padre buscando. Llamando por teléfono continuamente. Tratando de poner la mayor distancia posible entre Bangladesh y nosotros. Embajadas, consulados, en busca de un billete de salida para huir lejos de Asia. Para que no nos encuentren nunca", explica en uno de los pasajes del libro.

Una vez en Francia, Fahim y su padre se instalaron en Crèteil, donde conocieron al maestro de ajedrez Xavier Parmentier, que firma este libro, y que ayudó a padre e hijo durante los 4 años en los que afrontaron todo tipo de calamidades, primero como solicitantes de asilo y luego como inmigrantes irregulares. "Mis primeros años en Francia estuve contento. Hice amigos, tuve la suerte de aprender francés bastante rápido y me pude integrar muy pronto así que los primeros años no fueron los más difíciles, al menos para mi", añade este joven.

Fahim y su padre fueron expulsados del centro de acogida cuando recibieron la orden de abandonar el territorio francés, y agotaron la vía de los servicios sociales, y es que según narra el libro, el estallido de la crisis provocó la llegada de los recortes, y con ello, se les dejaron de sufragar las habitaciones en hostales, a las que eran derivados continuamente. Como tantos y tantos inmigrantes, se quedaron en la calle, hasta que un movimiento solidario, boca a boca, consiguió encontrarles cobijo. Mientras, Parmentier seguía formando a Fahim en su gran pasión, el ajedrez.

La vida de este joven bangladeshí cambió para siempre, y dio la vuelta al mundo, cuando en el año 2013, y con una orden de deportación que cumplía dos años, Fahim participó en los campeonatos de ajedrez de Francia, y consiguió convertirse en el campeón nacional. Aunque el campeonato no fue lo único que ganó, y es que a raíz de su victoria, el Gobierno galo regularizó de urgencia su situación para que pudiera participar en los campeonatos europeos.

"De repente, oigo una voz detrás de mi: 'sin papeles no puede viajar. No irá nunca a los campeonatos de Europa'. Mi sueño se hace añicos en pleno vuelo y cae roto en mil pedazos. Sin papeles, clandestino. Soy un rey clandestino", pensó en aquel momento Fahim. Tenía 12 años y había conseguido sobreponerse a la ausencia de su madre, al desarraigo, a la inseguridad, al deterioro físico y psicológico de su padre. "Soy campeón para nada", recoge el libro.

Se acercaban las elecciones en Francia y el entonces primer ministro, François Fillon se sometía a las preguntas de los oyentes en un programa de radio cuando una mujer le interpeló directamente qué iba a hacer con la situación de ese niño campeón de Francia y su padre, una historia que tenía conmocionada a una comunidad entera. La respuesta fue que el trofeo hacía a ese chico merecedor de que su caso fuese examinado "con la mayor atención". Una semana después, les habían regularizado y además, se había hecho famoso gracias a sus dotes sobre el tablero.

"Lo vivo con normalidad, no es que le preste mucha atención. Por ejemplo, lo que se publica en los periódicos no lo miro. Para mi es como si yo no hubiera hecho nada (...) Sé que mi situación es fruto de toda la gente que nos ha ayudado", añade Fahim, que sin embargo, afirma no se dedicará profesionalmente al ajedrez. "Para mi el ajedrez es un placer, pero no me dedicaré a ello".

Fahim, que ya ha logrado reunir a su familia en Francia, no se olvida de los miles de niños que viven situaciones similares a la suya, pero que no corren su misma suerte. "Es injusto. Yo gracias al ajedrez he podido salir adelante pero hay muchos niños que no tienen el ajedrez y eso no quiere decir que no tengan derecho a una vida normal y a tener los papeles". "No es normal que no ayudemos a estas personas, pero también hay que comprender a los europeos, que no pueden acoger a toda la miseria del mundo".

'El Rey de Bengala' es una historia de esperanza dirigida "tanto a los que no saben nada de la vida de los inmigrantes y no tienen ni idea de lo que se puede llegar a vivir cuando no se
tiene un techo, ni comida y te mueres de frío; como a los que viven esta situación, a quienes les diría que hay que aguantar porque en un momento dado, el camino cambia y se puede salir". "Yo tuve que pasar 3 años, cierto que algunos tendrán mas suerte y podrán tener los papeles en seis meses mientras otros tendrán que esperar igual diez años, pero hay que aguantar", asegura.

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