El Gobierno central de Mariano Rajoy analizará hoy en el Consejo de Ministros las acciones previstas ante el 1-O. El Ejecutivo montará un gabinete de crisis con el presidente Gobierno al frente, junto a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. El presidente mantendrá contacto permanente con los líderes de PSOE y Ciudadanos, Pedro Sánchez, y Albert Rivera.
Mossos
El principal reto llega desde el cambio de criterio de última hora de los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica catalana, aunque pocos pueden afirmar que no se esperaba algo así. Gobierno y Generalitat mostraron ayer sus discrepancias en la Junta de Seguridad a cuenta del referéndum y del papel que deben desempeñar los Mossos después de que la Fiscalía y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ordenase que impidieran la apertura de los centros electorales.
El conseller de Interior, Joaquim Forn, dijo que seguirán adelante con la consulta y aseguró que serán los Mossos los que decidan "cuándo y cómo" actuar ante los colegios electorales, pero que el objetivo prioritario es que "se pueda votar con normalidad".
Organización y colegios electorales
Por otro lado, el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, el conseller de Presidencia, Jordi Turull, y el de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, presentarán hoy los detalles de los preparativos del referéndum, que se empeñan en celebrar sí o sí.
De hecho, ayer el president, Carles Puigdemont, organizaba una recepción a representantes de la comunidad educativa dispuestos a abrir los colegios el domingo, a los que agradeció el esfuerzo por "no retroceder ni un milímetro en derechos fundamentales", si bien recordó que "la responsabilidad es del Govern". Puigdemont admitió que el 1-O habrá "muchas dificultades" pero dijo que "para cada dificultad, dos soluciones, y por cada miedo, tres esperanzas".
Estudiantes, en rebeldía
Otro hecho que preocupa al Gobierno es el de los menores de edad y el resto de estudiantes. Miles de alumnos de secundaria, bachillerato y universidad se manifestaron ayer en Cataluña para reivindicar la celebración del referéndum. La protesta de Barcelona fue la reunió a más personas: unas 80.000 personas según la organización, 16.000, según la Guardia Urbana. La manifestación de la capital catalana iba encabezada por una pancarta con el lema Vaciemos las aulas. Defendamos el referéndum.
Jordi Vives, el portavoz de la plataforma convocante Universitats per la República, dijo que se trataba de la manifestación "más masiva en la historia de Cataluña convocada por estudiantes". El Gobierno central había advertido al catalán que debía impedir la implicación de menores en esta causa política, donde los chicos incurren en posibles delitos de sedición o rebeldía siguiendo instrucciones políticas.
Papeletas y urnas
Por último, otro punto que controla el Gobierno es que no haya urnas ni papeletas para el domingo, aunque no podrá evitar que cada votante imprima su propio papel en casa. La Guardia Civil incautó en un almacén de Igualada (Barcelona) 2,5 millones de papeletas, 4 millones de sobres y 100 urnas para el referéndum.
Los responsables del almacén indicaron a los agentes que las urnas iban a ser utilizadas para la fallida moción de censura contra la actual directiva del FC Barcelona, y no para la consulta política.
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