Gracias a la denuncia y testimonio de Virginia Giuffre se confirmó la cara oculta de Jeffrey Epstein y del príncipe Andrés de Inglaterra.
Giuffre fue una de las pioneras en exigir cargos penales por los abusos sexuales del empresario. Se destapó una trayectoria de abusos sexuales a mujeres y a menores de edad, extorsiones, chantajes...
En un primer momento logró un controvertido acuerdo, pero finalmente en 2019 el caso volvió y acabó siendo detenido. Pero en agosto de 2020 se suicidó antes del juicio, por lo que no fue condenado en firme.
Pero su número 2 y ex amante, Ghislaine Maxwel, sí lo fue, gracias al testimonio de Guiffre.
Ahora se suicida
"Quiero dejar una cosa clara. Jeffrey Epstein es un terrible pedófilo, sin lugar a dudas; pero nunca lo hubiera conocido si no hubiera sido por ti", le espetó Guiffre en un mensaje el día en el que fue condenada por tráfico sexual.
Su voz fue de gran importancia para el caso y para dar visibilidad a una de las mayores lacras sociales y lanzar un mensaje a las víctimas de este tipo de delitos.
Denunció no solo a Epstein, sino al príncipe Andrés, hijo de la fallecida reina Isabel.
Aseguró que el empresario le obligó a mantener relaciones con el príncipe cuando ella tenía 17 años y él ya pasaba los 40.
"Se vio obligada"
"Se vio obligada (Giuffre) mediante amenazas expresas o implícitas, por Epstein, Maxwell y/o el príncipe Andrés a mantener relaciones sexuales con el príncipe Andrés, y temía la muerte o lesiones físicas, tanto para ella como para otra persona, y otras repercusiones por desobedecer a Epstein, Maxwell y el príncipe Andrés debido a sus poderosas conexiones, riqueza y autoridad", recogía la denuncia en 2021.
El príncipe Andrés no fue condenado por determinados acuerdos, pero le despojaron de sus títulos reales. Él mismo acabó reconociendo que Epstein fue un pedófili y traficó con muchas menores de edad.
Interrogantes del suicidio
La familia ha sido la encargada de confirmar el fallecimiento de la joven, que según ha trascendido, se suicidó el viernes en su domicilio de Neergabby (Australia).
La familia la ha recordado como una "guerrera en la lucha contra el abuso y la explotación sexual". Tenía 3 hijos y estaba casada, por lo que su suicidio ha pillado por sorpresa a muchos.
Aunque en el informe médico que ha trascendido no encontraron signos de criminalidad, la prensa ha recordado que a finales de marzo sufió un atropello y puso en sus redes que le quedaban "4 días de vida". Pero se recuperó y semanas después se ha suicidado.
Las causas exactas de la muerte están aún por confirmar con los análisis forenses, pero la familia insiste en que "el peso del abuso fue insoportable" y decidió poner fin a todo.
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