Donald Trump se irá como se esperaba en caso de derrota: con malperder y de manera escandalosa. En una comparecencia llena de mentiras y exabruptos en directo por televisión, el todavía presidente aseguró que si pierde las elecciones es por un "robo electoral" y un "fraude".
Por supuesto, Trump no aportó ninguna prueba pero aun así se consideró el ganador en las urnas y el legítimo presidente, menospreciando la abrumadora victoria en votos de su rival Joe Biden, que le aventaja por casi 4 millones de votos, todavía con el recuento en marcha.
La mayoría de las cadenas que estaban retransmitiendo en directo su comparecencia cortaron la emisión y aseguraron que Trump no estaba aportando pruebas para sus graves acusaciones.
Y es que el presidente no acepta su derrota, dentro de su perfil fanfarrón y egocéntrico, y no ha logrado que los primeros recursos en los tribunales prosperasen para detener el conteo de papeletas allá donde puede perder.
Revés en los tribunales
Los tribunales de Míchigan y Georgia han rechazado ayer mismo las demandas interpuestas por el equipo del presidente para detener el recuento de votos en estos estados, claves para decantar la balanza del resultado electoral.
Mientras tanto, el candidato demócrata Joe Biden declaró que "sin duda" será el ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
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