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Muchos bautizos podrían ser ilícitos al haber cambiado las palabras

Bautizo
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Bautizo (Foto: Unsplash)
lunes 05 de febrero de 2024, 19:41h

El Vaticano indicó este sábado que los sacramentos y sus fórmulas no admiten cambios y por tanto se insta a respetarlos o serán considerados ilícitos.

"Los sacramentos, con sus fórmulas y gestos, no permiten demasiada creatividad. Por esta razón, en algunos casos nos hemos encontrado ante la invalidez de un bautismo y, en consecuencia, también de los demás sacramentos recibidos", se lee en el documento Gestis Verbis publicado por el dicasterio de Doctrina de la Fe del Vaticano.

En la presentación del documento, el cardenal Víctor Fernández, prefecto del Dicasterio, explica que, a veces, el cambio de la formula obliga después "a localizar a las personas implicadas en repetir el rito del bautismo o de la confirmación y un número importante de fieles ha expresado con razón su preocupación".

Si bien no han dado cifras, la situación está tan extendida que ya en el 2022 numerosos obispos "habían expresado (al Vaticano) su preocupación por la multiplicación de situaciones en las que se había constatado la nulidad de los sacramentos celebrados", según el mismo documento.

"Si se cambian las palabras o el asunto, el sacramento no existe"

Se citan como ejemplo cambios en la fórmula del bautismo, por ejemplo: "Yo os bautizo en el nombre del Creador..." y "En el nombre del padre y de la madre... os bautizamos".

El cardenal explica que "mientras que en otros ámbitos de la acción pastoral de la Iglesia hay un amplio espacio para la creatividad", en el contexto de la celebración de los sacramentos "ésta se transforma más bien en una voluntad manipuladora".

Fernández concluye recordando que "a los ministros se nos exige la fuerza para vencer la tentación de sentirnos dueños de la Iglesia" y que "los fieles tienen derecho, a su vez, a recibirlos como la Iglesia dispone".

Destaca por tanto que "cambiar, por tanto, la forma de un sacramento o su materia es siempre un acto gravemente ilícito y merece una pena ejemplar, precisamente porque gestos arbitrarios similares son capaces de producir graves daños al fiel Pueblo de Dios".

"Lo que se lee en los libros litúrgicos promulgados debe observarse fielmente sin "añadir, quitar o cambiar nada". Porque si se cambian las palabras o el asunto, el sacramento no existe", añade el documento.

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