La capital de Canadá, Ottawa, se ha visto desbordada por las protestas antivacunas y ha declarado el estado de emergencia ante la magnitud de la situación. Movimientos antivacunas y grupos radicales han 'asediado' la ciudad desde hace una semana con el conocido como 'Convoy por la libertad'.
El alcalde de la ciudad, Jim Watson, ha manifestado en un comunicado que la situación es la "emergencia más grave" a la que se ha enfrentado la localidad en toda su historia. Desde hace varios días centenares de camiones y grupos de manifestantes se han plantado en el centro de la ciudad y han logrado prácticamente paralizarla, lo que ha generado también problemas en el día a día de los ciudadanos.
El 'Convoy por la libertad' comenzó como una protesta contra la exigencia del pasaporte de vacunación a los conductores transfronterizos, pero con el paso de los días se han unido más de 200 camiones y centenares de personas de extrema derecha y del movimiento antivacunas y han convertido la protesta en una reivindicación contra las políticas y medidas del primer ministro canadiense (Justin Trudeau) para luchar contra la pandemia.
Pulso al Gobierno canadiense
Hasta el momento las protestas y manifestaciones
se están desarrollando de forma pacífica, pero están ocasionando fuertes problemas a los ciudadanos. Además de paralizar casi todo el centro, según recoge RTVE, los manifestantes hacen sonar sus bocinas de día y de noche, lo que provoca fuertes molestias a los residentes.
Con la declaración del estado de emergencia la Policía de Ottawa podrá contar con mayor equipación de forma rápida y ya han comenzado a detener y a multar a los manifestantes que incumplan la normativa así como a intentar desmantelar los 'campamentos' desplegados.
Los manifestantes han amenazado con permanecer en la capital hasta que Trudeau elimine todas las restricciones para controlar la pandemia. En general, en Canadá las medidas contra el covid han sido bien recibidas y casi el 80% de la población tiene las 2 dosis de la vacuna, pero el movimiento antivacunas y las fuerzas de extrema derecha están generando muchas tensiones.
El primer ministro está aislado por coronavirus y al comenzar las manifestaciones fue evacuado de la ciudad a un lugar secreto, pero ha señalado que no piensa dar marcha atrás en sus medidas contra el covid y de momento descarta movilizar al ejército para disolver las protestas.
En otras ciudades canadienses están comenzando a surgir movimientos de este tipo aunque de menor envergadura.
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