La Policía Federal de Brasil ha lanzado un operativo en una decena de estados del país contra el ex presidente Jair Bolsonaro, además de diversos ex ministros de su administración y militares de alto rango, les acusan de intento de golpe de Estado después de las elecciones presidenciales de octubre de 2022.
En una nota de prensa, las fuerzas de seguridad han indicado que tratan de esclarecer si los investigados integraron una "organización criminal que actuó en tentativa de golpe de Estado" para impedir que el candidato electo y actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asumiera la presidencia del país. El juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, ha ordenado a Bolsonaro que entregue su pasaporte en un plazo de 24 horas, además de prohibirle tener contacto con el resto de investigados.
Los agentes acometieron este jueves 33 órdenes de registro y 4 de prisión preventiva, e impusieron 48 medidas cautelares a los sospechosos.
Detenidos 3 militares y un asesor del ex presidente
De acuerdo con el diario brasileño 'O Globo', las detenciones se han producido contra 3 militares y un asesor del anterior gabinete de Bolsonaro: Filipe Martins, que asesoró al ex mandatario durante su legislatura; los coroneles del Ejército Marcelo Câmara y Bernardo Romão Corrêa Netto; y Rafael Martins, mayor de las Fuerzas Especiales del Ejército.
Los registros se han realizado también contra otros ex ministros y generales del ejército como Walter Braga Netto, Augusto Heleno y Paulo Sérgio Nogueira, que integraron el gabinete de Bolsonaro, y el ex comandante de la Marina, Almir Garnier Santos.
También han sido objeto de búsquedas el ex ministro de Justicia Anderson Torres, que ya estaba siendo investigado por el asalto al Congreso de Brasil que hicieron simpatizantes de Bolsonaro, y Valdemar Costa Neto, presidente del Partido Liberal (PL) del cual Bolsonaro es el líder en la actualidad.
La investigación señala que el grupo investigado "se dividió en núcleos de actuación para diseminar" sospechas de fraude en las elecciones de 2022 para buscar "una intervención militar". Los hechos terminaron en un asalto masivo al Congreso de Brasil del 8 de enero de 2023, cuando miles de seguidores de Bolsonaro entraron y destrozaron las sedes del legislativo en un intento para derrocar al Gobierno de Lula, que había asumido el poder una semana antes.
En una entrevista al canal de radio brasileño Itatiaia, Lula da Silva ha indicado que el intento de golpe de Estado, "no hubiera ocurrido sin él [Bolsonaro]. El ex mandatario ya estaba siendo investigado previamente por el episodio del asalto al Congreso.
Bolsonaro podría ir a prisión
Jair Bolsonaro ya había estado acusado de negligencia política y suspendido hasta 2030 por difundir falsedades electorales, y se ve frente a varios cargos adicionales pendientes de investigación que podrían terminar llevándolo a la cárcel. Bolsonaro ha negado cada una de las irregularidades y acusa a estas investigaciones de "motivaciones políticas".
La semana pasada, en un signo claro sobre el creciente cerco legal que se cierne sobre Bolsonaro, la policía había registrado propiedades vinculadas a su hijo y concejal de Río de Janeiro, Carlos Bolsonaro, sospechoso de usar datos recopilados ilegalmente por la agencia de espionaje Abin para atacar a los rivales de su padre. En su cuenta oficial de X, Carlos Bolsonaro indicó que las investigaciones eran "una cortina de humo que desvían la atención de lo que realmente le importa a la nación".
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