Rusia vuelve a protagonizar otra polémica por la cruzada de su Gobierno, liderado por Vladimir Putin, contra el colectivo homosexual. Esta vez le ha tocado al campo de la cultura y es que el teatro Bolshoi, el mayor templo del arte ruso, ha tenido que cancelar un ballet sobre el mítico bailarín Rudolf Nureyév, quien nunca ocultó su homosexualidad por considerarse que esa obra vulnera la ley contra la propaganda LGTBI.
El ballet hacía un repaso de la vida del genio de la danza, tanto en lo profesional como en lo personal, sin dejar de contar lo obvio, que tuvo varias relaciones con otros hombres.
Pero el director del Bolshoi ha ordenado su cancelación definitiva, trayendo a colación la mencionada ley contra la llamada propaganda LGTBI y a la moralidad del propio teatro.
Multas de hasta 160.000 euros
La ley castiga cualquier acción o información que se considere un intento de promover las relaciones homosexuales, ya sea en público, en libros, en películas o en la publicidad. Establece, también, contundentes multas que llegan hasta los 160.000 euros.
Estrenada en 2017, la obra sobre Nureyév siempre estuvo envuelta en la polémica. A sus detractores les molestaba un desnudo del bailarín principal y las constantes referencias a que el personaje era gay.
Las reacciones en la calle han sido de todo tipo, "o lo corregían, o había que cancelarlo", comenta una mujer a otra, en cambio, le parece una exageración: "Entonces que prohíban todos los ballets", ironiza, "porque los hombres actúan en mallas".
Nureyév fue un mítico bailarín y coreógrafo soviético que desertó de su país siendo muy joven. Esta considerado uno de los mejores bailarines clásicos del siglo XX, siempre quiso vivir su vida en total libertad. Por ello, no es difícil pensar qué le parecería la decisión del emblemático teatro.
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