La ONG estadounidense Centro para contrarrestar el odio digital (CCDH) ha publicado una investigación en la que ha descubierto que Twitter ha readmitido a cuentas que fueron cerradas por su comportamiento.
Esta asociación acusa a la red social de que ahora ganará millones de dólares en ingresos publicitarios gracias al tráfico e interés que generan estas personas o instituciones.
En concreto, estos investigadores del CCDH rastrearon la actividad en Twitter de 10 cuentas restablecidas, incluida la del "misógino confeso" Andrew Tate o del neonazi Andrew Anglin.
De Tate, que recientemente protagonizó un viral duelo dialéctico con la activista climática Greta Thunberg, esta ONG denuncia que es "conocido por publicar videos misóginos extremos".
También menciona la cuenta restaclecida de Robert Malone, un médico acusad de difundir bulos sobre vacunas contra la covid. O la de Andrew Anglin, "un neonazi estadounidense que fundó la web 'Daily Stormer', que toma su nombre de una página de propaganda nazi alemana".
Gateway Pundit es un medio online que "promociona la desinformación, incluidas las afirmaciones sobre la manipulación de votos, la negación climática y la covid".
De Emerald Robinson dice que es una reportera despedida por afirmar que la vacuna contra la covid contiene un "marcador satánico".
Rogan O'Handley es un abogado acusado de difundir teorías de la conspiración de extrema derecha. Por su parte, Ronnie Steven Islam es un influencer que publica mensajes antisemitas, anti-LGBT y antivacunas.
Anthime Gionet, en cambio, es un incluencer supremacista blanco que ha sido sentenciado por formar parte del asalto al Capitolio en EEUU.
Twitter ganará dinero
En cuanto a la acusación de que con el regreso de estos tuiteros la red social ganará dinero, se debe a un cálculo que ha hecho el CCDH sobre el tráfico y repercusión que generará su presencia en Twitter.
Asegura que ha usado "predicciones de impresiones anuales de tweets, la frecuencia de los anuncios en Twitter y las tarifas de los anuncios de Twitter", y que con estos elementos, estiman cuántos anuncios aparecerían en los tuits de estos influencers. Se calcula que las 10 cuentas antes mencionadas y que han sido restablecidas generarán 2.500 millones de impresiones, por lo que supondrían 20.000 millones de impresiones en el transcurso de un año. Por todo ello, el monto que podría facturar Twitter con ello serían 6,46 dólares por cada 1,000 impresiones. Esto es: una cifra total de hasta 19 millones de dólares en ingresos publicitarios anuales estimados a partir de las vistas generadas por estas cuentas.
El CCDH acusa directamente al nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, por su cambio de política en cuanto a cierre de cuentas, sanciones y censura a mensajes de odio.
Esta ONG, que lucha contra el odio online, teme que esta red social se convierta ahora en un "refugio infernal" para el discurso de odio y la desinformación.
El director del CCDH, Imran Ahmed, ha explicado que la investigación muestra que "hay una respuesta deprimentemente banal a por qué Elon Musk reinstauraría las cuentas de autoproclamados nazis, actores de desinformación, misóginos y homófobos: es muy rentable".
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