Isa Serra no tendrá que dimitir porque el Código Ético de Podemos no incluye los cargos penales que se le quiere imputar

La política madrileña Isa Serra y portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid no tendrá que dimitir de su cargos públicos pese al drástico Código Ético interno de su partido porque las peticiones de imputación que ha solicitado la Fiscalía de la Comunidad de Madrid no incluye los cargos penales que están incluidos en dicho documento.

El Código Ético de Podemos aprobado en la asamblea Vistalegre 2, de 2017, en su artículo 11, apartado E, explica que todo cargo público del partido debe dimitir bajo estos condicionantes: "El compromiso de renuncia al cargo público, al cargo interno o a cualquier candidatura a dichos cargos en caso de ser procesado o condenado por las faltas o los delitos que se determinarán en el reglamento que a tal efecto publicará la Comisión de Derechos y Garantías".

Pero a continuación explica qué tipo de delitos serían motivo de renuncia obligatoria: "Delitos de corrupción, los económicos, el acoso sexual, las violencias machistas, la pederastia y el maltrato infantil, así como los delitos contra los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, los ecológicos y los urbanísticos".

Sin embargo, Serra está acusada por la Fiscalía por presuntos delitos de desórdenes públicos, atentado, lesiones y daños a agentes de las Fuerzas de Seguridad durante un intento de impedir un desahucio. "Me entero por los medios que la Fiscalía me pide 23 meses de cárcel por manifestarme frente a un desahucio. Una barbaridad. Para sostener políticas antisociales de especulación sobre la vivienda, hay que criminalizar a quienes las cuestionan", declaró Serra nada más conocer la imputación que solicita la Fiscalía madrileña contra ella, que incluye 23 meses de cárcel.

En un caso más complejo se encontraba Pablo Echenique, quien no dimitió pese a estar acusado de no pagar la seguridad social de un asistente personal, ya que Podemos no lo interpretó como un delito contra los derechos de los trabajadores. De hecho, sigue siendo un dirigente nacional de la formación morada y se espera a que haya una sentencia firme para tomar una decisión definitiva sobre Echenique. De momento, Echenique sólo fue condenado a pagar una multa de poco más de 1.000 euros.