El Papa Francisco canonizó este domingo a Teresa de Calcuta, un icono de la fe y la lucha contra la pobreza, que en 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz. Su beatificación ha generado una gran controversia en las redes sociales entre quienes defienden la vida y obra de la madre Teresa y quienes cuestionan esa 'imagen de santa'. ¿Era tan buena esta monja que fundó la Orden de las Misioneras de la Caridad? ¿Fue una defensora de los pobres o una promotora de la pobreza? Estas son algunas de las cuestiones que encuentran respuestas dispares entre defensores y detractores.
Pese a que las críticas a la figura de Teresa de Calcuta no suponen una novedad, lo cierto es que la imagen de la nueva santa que se ha proyectado es la de una generosa mujer que entregó su vida a los “más pobres de los pobres”, como ella misma decía. Sin embargo, esta benévola descripción viene acompañada de su correspondiente ‘cara B’, y es que hay quienes consideran que la monja fue en realidad una fanática religiosa que se codeaba con ricos y corruptos.
Cinco años después de su muerte, en 2003, Juan Pablo II abrió el camino hacia su beatificación, y para ello aceptó uno de los episodios más controvertidos: la curación de una enferma a modo de milagro. El caso es el de una mujer bengalí, Monica Besra que aseguró haberse curado de un tumor en el abdomen después de apoyar en su vientre una foto de la madre Teresa.
Este testimonio encontró explicación racional en el presidente de la Asociación Racionalista India, Sanal Edamaraku, quien presentó una serie de documentos que demostraron que la mujer se curó porque estaba recibiendo un tratamiento médico, al tiempo que probó que el tumor no era un tumor, sino un quiste a causa de la tuberculosis que padecía Besra.
Además del polémico supuesto milagro, ese mismo año, el doctor Aroup Chetterjee, que nació en Calcuta y reside en Londres, publicó el libro ‘Madre Teresa, el veredicto final’, en el que asegura que la monja dedicó su vida a la expansión del catolicismo fundamentalista y pregonó el culto al sufrimiento. Tras entrevistarse con más de un centenar de personas vinculadas a la congregación de la monja, las Misioneras de la Caridad, el médico concluyó que las clínicas en las que supuestamente atendía a los pobres eran centros que “carecían de la más básica higiene”. "A los moribundos no se les daba ningún analgésico fuerte, incluso en los casos más extremos, y los cuidados no eran profesionales, sufrían condiciones de tortura”.
Este relato ha sido reforzado por el testimonio de Hemley González, que viajó a la India en 2008 para realizar una labor de voluntariado con las Misioneras de la Caridad. González narró en sus redes sociales su experiencia. Sostiene que vio morir a 12 personas durante su estancia, y considera que esas muertes se podían haber evitado. Al igual que el doctor Chetterjee, critica la falta de higiene y de preparación por parte de los voluntarios y misioneras, de quienes considera que podrían hacer mucho más con las donaciones que reciben.
También resulta polémico el asunto financiero, y es que hay quienes cuestionan el uso que las Misioneras de la Caridad, una congregación fundada en 1950 y que ya cuenta con unas 3.500 monjas, hacen de las donaciones. El periodista Christopher Hitchens realizó en 1994 el documental ‘Hell’s Angel’ (Ángel del Infierno) con la colaboración de Chetterjee, un trabajo que cuestiona la millonarias donaciones que recibía su congregación, y muestra cómo ese dinero no era utilizado para ayudar a los pobres o atender a los enfermos, y expone el caso de Cherles Keating, el autor del mayor fraude financiero de EEUU, que fue encarcelado y por quien la madre Teresa intercedió y pidió misericordia ante el tribunal, después de que este millonario hiciera una donación de un millón de dólares a la congregación.
Aunque estos testimonios no han logrado destruir la ‘santa imagen’ de Teresa de Calcuta, arrojan una realidad para muchos desconocida, y a partir de ahí, que cada cual saque sus propias conclusiones sobre la figura de la monja más famosa de la historia.
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