Pese a la petición de Vox, el Ayuntamiento de Madrid no va a conceder un espacio público con el nombre del activista ultraderechista de EEUU Charlie Kirk, asesinado en septiembre.
La iniciativa, presentada por el grupo municipal de Vox, no prosperó al contar con los votos en contra del PP, PSOE y Más Madrid.
Vox presentó una proposición para conceder un reconocimiento público a Kirk, fundador del movimiento conservador Turning Point USA. El partido argumentó que la figura de Kirk representaba "la defensa de la libertad de pensamiento" y el "diálogo con quienes no compartían sus ideas".
También defendió que el activista "ha mantenido su compromiso con la verdad y el respeto al prójimo incluso en contextos hostiles", y que su asesinato "ha sido un atentado contra la libertad de expresión".
La postura de Vox
Durante el debate, la concejala de Vox Carla Toscano afirmó que Kirk "se distinguió por su valentía y su pensamiento crítico" y que "su ejemplo merecía un reconocimiento público" en la capital española. Toscano lamentó que el resto de grupos no se sumaran "a un gesto simbólico de respeto a una víctima de la intolerancia política".
El PP, por su parte, presentó una enmienda transaccional para modificar la propuesta original, limitando el acuerdo únicamente a condenar el asesinato sin dedicar un espacio en la ciudad. Sin embargo, Vox rechazó la enmienda, manteniendo viva la proposición inicial, que fue finalmente desestimada por el Pleno.
La portavoz del PP, Andrea Levy, explicó que su formación "ha considerado inapropiado" poner el nombre de Kirk a un espacio madrileño "por tratarse de una persona que nunca ha tenido relación con la ciudad". Aun así, Levy condenó el crimen, al que calificó de "ataque a la convivencia", y advirtió de que "la violencia política es diferente a cualquier otro tipo de violencia, porque busca eliminar al adversario".
La izquierda estalla
Eduardo Rubiño, portavoz adjunto de Más Madrid, condenó el asesinato, pero criticó que Vox "pretenda instrumentalizar" el caso. Rubiño señaló que "el asesinato de Charlie Kirk no es una excepción, sino parte de un problema estructural en un país donde es más fácil comprar un arma que acceder a un seguro médico". En su intervención, afirmó que "ese es el modelo de sociedad que defiende la extrema derecha y que nosotros rechazamos de plano".
El socialista Jorge Donaire también se mostró en contra de la idea, subrayando que "respetar las creencias de cada persona no implica ignorar que muchas de las posturas de Kirk chocan frontalmente con los valores constitucionales de igualdad y libertad". Donaire consideró "ni adecuado ni representativo" que el nombre del activista se convirtiera en un símbolo de Madrid. El concejal del PSOE pidió "no confundir la condena de un asesinato con la exaltación de una figura política que no forma parte de la historia de la ciudad".
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