Rajoy: "No hay mediación posible entre la ley y la desobediencia"

"La respuesta de Puigdemont marcará el futuro de los acontecimientos. En su mano está volver a la legalidad y restablecer la normalidad institucional o prolongar esta situación de inestabilidad. Deseo fervientemente que acierte en su respuesta", ha manifestado el presidente del Gobierno.

Para Rajoy, "nuestra democracia vive uno de los momentos más graves de su historia reciente", ya que "los comportamientos y actitudes que estamos viendo, superan la controversia política". "Estamos ante el desafío a los principios del imperio de la ley, el estado de Derecho o la ruptura de la concordia entre ciudadanos. Es un cuestionamiento sin precedentes".

El presidente del Gobierno ha reivindicado la Constitución española, "el proyecto común que nos ha convetido en uno de los mejores países del mundo, y que se ha puesto en riesgo en los últimos tiempos".

Tras repasar los acontecimientos previos y posteriores a la celebración del referéndum soberanista del 1-O, Rajoy ha recordado que esa consulta ilegal, "ideada para volar la Constitución y el Estatuto de Autonomía, ha fracasado rotundamente, tal y como certificó la Junta Electoral Central, y en consecuencia, ningún resultado puede ser esgrimido como argumento para legitimar ninguna decisión política, y menos la declaración de independencia".

"Los gobernantes de Cataluña han usado su posición para perpetrar un ataque desleal y muy peligroso contra la Constitución, el Estatuto de Autonomía y la convivencia ciudadana, y es algo que no se debe permitir. Lo que hemos visto estos días no son más que dramáticas consecuencias de la violación de la ley".

A su juicio, "el 1-O, el Govern de la Generalitat pretendió llevar a cabo un referéndum ilegal, que fue el último episodio de una estrategia política destinada a imponer una declaración de independencia que pocos quieren y a nadie conviene".

Rajoy ha insistido en su voluntad de diálogo, en contraste con las imposiciones de la Generalitat desde el año 2012, según ha explicado, al tiempo que ha tachado de mentiras los argumentos de los defensores de la independencia de Cataluña. "Ni son ciertas sus razones, ni son tantos sus apoyos. Pueden gobernar, pero no imponer la independencia ni liquidar su Estatuto de Autonomía".

El presidente del Gobierno ha defendido la respuesta "ajustada a Derecho y proporcionada" del Ejecutivo, "ante el golpe al modelo de convivencia democrática", y ha cargado contra los dirigentes catalanes, "los únicos responsables, que se empeñaron en mantener la convocatoria a sabiendas de que era inviable".

Rajoy ha vuelto a recordar que "una democracia representativa es inseparable del respeto a la Constitución y la Ley", y ha manifestado que "el voto es esencial, pero es falso decir que votar es democracia, porque votar al margen de la ley, no es democracia".

"Los responsables deben ponr fin a esa deriva que tanto daño está haciendo a los catalanes; que nunca han tenido más libertades, más autonomía, mayor capacidad de gasto o mayor reconocimiento internacional; y todo eso está en riesgo porque el independentismo está a punto de dar al traste con la mejor época de Cataluña en toda su historia".

Tras apelar al "catalanismo pactista e integrador", Rajoy ha vuelto a llamar al diálogo, pero ha descartado cualquier mediación "entre la ley y la desobediencia o la ilegalidad".

A renglón seguido, y tal y como había adelantado el líder del PSOE, Pedro Sánchez, Rajoy se ha mostrado abierto a una reforma de la constitución, "porque en democracia se puede dialogar de todo, pero el diálogo es lo opuesto a la legalidad y las amenazas". "Se puede reformar la Constitución, que no tiene pretensión de ser perpetua. Todos, incluidos sus preceptos esenciales, se pueden modificar a través de las reglas y los procedimientos previstos".

Rajoy ha concluido su intervención recordando el último discurso del Rey Felipe VI, en el que afirmaba que "saldremos adelante porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos".