Fue mi mejor maestro y mire usted que tuve algunos de antología. Pero el Pancho no sólo ponía conocimiento, sino pasión por enseñarnos. Tomé con él la materia Cuento y me asombró la sencillez con la que iba deconstruyendo los textos. Años después aprendía a hacer guiones para video con él. Hace pocos días, Francisco Cajías se fue a encontrar con otro maestro de maestros, el genial Edgar Allan Poe, cuyo bicentenario de su nacimiento se cumple este 2009.
Poe y Cajías tenían más de un punto en común, pero sobre todo el gusto por las historias bien escritas y por las búsquedas de los rincones más oscuros de los seres humanos y de los pueblos. El autor de El cuervo revolucionó las letras y creó ese maravilloso género que es la narración policial o negra, la que mejor reproduce lo que somos. Sus cuentos Los crímenes de la calle morgue o La carta robada no sólo abrieron el telón sino que ingresaron por siempre a lo mejor de la literatura del mundo.
Pancho, a su manera también nos ayudó a comprender nuestra mismidad a través del cuento Delfín del mundo, que ganó el prestigioso premio Franz Tamayo y al que yo incluiría en cualquier antología de narrativa corta contemporánea en Bolivia.
Delfín es un indígena que ve su mundo desaparecer. Su pueblo chipaya está perdiendo sus tradiciones pues han llegado los evangelistas y les han dicho que hablar con los cerros es idolatría. Hay un extraordinario respeto por el lenguaje de la voz narrativa en el relato que da paso al humor.
Me imagino que fue también un gran descubrimiento para el Pancho, quien un buen día dejó la universidad para dedicarse a hacer video con los pueblos indígenas.
Con su muerte, todos nos empobrecimos. No es tan fácil encontrar una persona que ame los libros y que al mismo tiempo esté dispuesto a unirse a los más pobres de los pobres para ayudarlos a contar sus historias.
Ojalá la próxima versión de algún premio de video indígena llevara su nombre. Pancho se lo merece.
Y ya que hablo de bicentenarios: el 2009, además de la revolución del 16 de julio y del levantamiento del 25 de mayo, se cumplen también doscientos años del nacimiento de Charles Darwin, ese genio que descubrió la evolución y enterró el oscurantismo.
Fue como Poe, un perseguido en su tiempo, pero pasadas las aguas, a los dos se los reivindicó grandemente. Poe es considerado el mejor narrador de su siglo y sus libros se venden por millones. Los estudios de Darwin no han dejado de comprobarse a través de la ciencia y el estudio del ADN, siendo cada vez más actuales.
Como ven, los seres humanos pasan, pero la obra queda, y podría ser una excelente idea del Ministerio de Culturas sacar un volumen reuniendo varios escritos inéditos de Pancho Cajías. Él perteneció a una generación de hombres y mujeres que lucharon por la democracia y leerlo nos ayudaría a entender más al hombre, pero también a este tiempo que en Bolivia fue oscuro y brumoso (basta recordar a Banzer o a García Meza) como el clima de los cuentos de Poe pero que también tuvo sus espacios de la fiesta del sol.
*Jaime Iturri S.
es periodista .