El portavoz de los nacionalistas catalanes no se mostró muy crítico con la gestión que está realizando el Gobierno español en estos meses que han transcurrido de presidencia de la UE. Incluso reconoció que estaban de acuerdo en dos de las tres prioridades que se ha fijado para este periodo y que intentan atacar tres flancos de la economía europea y, por ende, española: rebajar el déficit y la deuda pública; impulsar el crecimiento del empleo, y abordar con urgencia reformas estructurales.
Sánchez Llibre advirtió antes que nada al presidente del Gobierno de que España tiene que estar muy atenta a lo que está pasando en Grecia aunque reconociendo que nuestra economía no está en las mismas condiciones de dificultad que el país heleno ya que tiene “más solvencia y más musculatura financiera” además no de sufrir “un déficit tan terrible” como Grecia. No obstante, alertó de que debemos “tomar ejemplo y hacer los deberes a tiempo y con la máxima rapidez” para no encontrarnos igual que ellos.
Un apoyo con matices
En este sentido, el portavoz de CiU hizo hincapié en que la única discrepancia que tiene su partido con las resoluciones que ha tomado en la cumbre son la medidas que se están planteando para lograr mayor estabilidad presupuestaria y generar más empleo. Por ello instó a
Zapatero a buscar soluciones que dinamicen el mercado laboral “cueste lo que cuete”, mientras criticaba la “drástica caída de los ingresos” que no ha sabido evitar el Gobierno, lo que les ha obligado a subir el IVA, con lo que nos están de acuerdo. También apremió al Gobierno a una reestructuración del sistema financiero. Sánchez Llibre se ofreció nuevamente para pactar esta subida siempre y cuando vaya acompañada de una reducción de las cuotas de la Seguridad Social a algunas empresas, “sin perjudicar las arcas de la tesorería”.
Los catalanes, que además han dado su “apoyo explícito al diálogo social”, critican no obstante, “la lentitud en tomar decisiones y la ausencia de un calendario concreto” sobre las reformas.
Tampoco ocultan que las medidas abordadas en el llamado Pacto de Zurbano no les han gustado plenamente pese a haberlas apoyado. “Son interesantes, pero insuficientes y se quedan cortas”, sentenció Sánchez Llibre, que finalmente pidió que cuando finalice la presidente de España de la UE, se realice en el Congreso “una evaluación del cumplimento de los objetivos fijados en el Tratado de Lisboa.