Investigación rigurosa, caiga quien caiga, ordena Villaraigosa

“Después de ver esas imágenes, estuve muy disturbado por el hecho de lo que vi, no me gusto, por eso inmediatamente dije al jefe Brad que tenía que levantar el nivel de seriedad de esta investigación... cuando ves imágenes de jóvenes pacíficos golpeados, cuando ves camarógrafos y reporteros golpeados, esos son imágenes que la verdad tenemos que saber porqué lo hicieron”, dijo el alcalde.

Villaraigosa llegó a la Ciudad de México procedente de El Salvador, ofreció una conferencia de prensa en la que combinó ingles y español.

Dijo que no se opondría a que el FBI atraiga la investigación o participe en el caso de los policías golpeadores.

"Si el jefe de la investigación considera necesario involucrar al FBI, yo acogería esa propuesta", señaló.

El alcalde de Los Ángeles comenzó su visita a México, con una comida en el Club de Industriales, con miembros de la Cámara Americana de Comercio.

Insistió en la necesidad de una reforma migratoria, se pronuncio en contra del muro y a favor de más puentes entre Estados Unidos y México.

“Los líderes en el Norte deben reconocer la justicia intrínseca de crear un camino permanente hacia la ciudadanía para los 12 millones de inmigrantes que viven y trabajan en Estados Unidos... los líderes en el Sur necesitan reconocer que las condiciones de pobreza desesperante son el problema central de la vida política mexicana... los políticos en Estados Unidos debe comprometerse plenamente a reformar nuestra Ley migratoria”, indicó el alcalde.

Orgulloso de ser un americano de origen mexicano, Villaraigosa dijo sentirse privilegiado de que el niño pobre del Este de Los Ángeles, visite hoy la tierra de sus antepasados, como alcalde de una de las ciudades más importantes de Estados Unidos.

Recordó que creció entre violencia intrafamiliar y alcoholismo, y agradeció el servicio de los meseros al terminar de comer.

“Me gusta siempre dar las gracias a los meseros, porque yo vengo de una familia muy humilde, inmigrantes”, afirmó.

Villaraigosa es el primer alcalde de Los Ángeles, de origen hispano, en más de 130 años. Hoy gobierna la ciudad con más mexicanos fuera de México y también la Metrópolis que concentra más culturas e idiomas en el mundo.

Los pormenores de una represión anunciada

Una jornada de marchas pacíficas de inmigrantes que reclamaban una reforma migratoria en distintas ciudades de Estados Unidos terminó el martes con duros enfrentamientos en Los Angeles entre manifestantes y la Policía, que disparó balas de goma y dejó un número no determinado de heridos leves y detenidos, informaron ayer los medios locales. El jefe de policía de esa ciudad, William Bratton, y el alcalde Antonio Villaraigosa prometieron una investigación para determinar si el uso de la fuerza fue apropiado.

Según imágenes de la cadena CNN y otros canales locales, la Policía dispersó a los manifestantes en el MacArthur Park, en el centro de Los Angeles, golpeando con bastones y disparando balas de goma a quienes se atravesaban a su paso.

A última hora del martes, el jefe del Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD) afirmó en rueda de prensa que unos 15 oficiales habían sido golpeados con perdigones lanzados por "algunos elementos de la multitud, que no creemos que sean representativos de la mayoría".

"Tengo una información preliminar que señala quejas de que la Policía se fue contra madres y niños y empezó a provocar disparando balas de goma y gases lacrimógenos", señaló Bratton. Y admitió: "Hay algunas escenas, claramente, basándome en mis años de experiencia y en los de muchos de los jefes de mi equipo, que no parecen apropiadas".

El jefe policial prometió una "exhaustiva investigación" sobre el incidente y dijo que había al menos un detenido por este hecho que calificó de aislado.

El oficial de la Policía de Los Angeles Mike López, explicó al diario Los Angeles Times que después de las 18, hora local, algunos de los mil manifestantes que estaban en el parque empezaron a lanzar botellas plásticas contra la policía antidisturbios y por eso ellos intervinieron.

Varios manifestantes y policías resultaron heridos y se realizaron algunos arrestos, indicó el policía, sin precisar el número.

A su vez, desde El Salvador, donde está de visita, el alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa, declaró: "Vamos a investigar (el incidente), lo vamos a tratar muy seriamente", dijo a la prensa antes de reunirse con el presidente salvadoreño, Tony Saca.

El martes en Los Angeles, como en Chicago, Miami, Detroit, San Francisco y otras ciudades, decenas de miles de inmigrantes "sin papeles" reclamaron una reforma migratoria en favor de la legalización de los cerca de 12 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.

La más multitudinaria marcha fue en Chicagi

En Chicago fue la manifestación más numerosa

Unas 200 mil almas volvieron a salir a las calles para hacer escuchar su voz en Chicago -y otros tantos miles a nivel nacional- reclamando al Congreso Demócrata que apruebe de una vez la reforma migratoria que empezaría a debatirse a mediados de mayo.Salieron de todas partes. Mexicanos, colombianos, puertorriqueños, guatemaltecos, salvadoreños, peruanos, ecuatorianos, irlandeses, asiáticos, africanos y de otras partes del mundo, gritando “Sí se puede”, “Paren las redadas”, “ Legalización ahora”, entre otras consignas.

Fue la marcha más multitudinaria pues en Los Ángeles, Nueva York, Detroit, Washington y Phoenix, por mencionar algunas ciudades, las marchas fueron un remedo de lo que protagonizaron el 1 de mayo de 2006. No hubo el fervor de entonces debido al temor a las redadas y a la fragmentación de los grupos organizadores, según los analistas.

En Los Ángeles, las primeras cifras de la policía fueron de unas 2.000 personas en el boulevar Olympic esquina con Broadway, el corazón de la ciudad. Una cifra que contrastó rotundamente con la de 650.000 manifestantes el pasado año. Al final, se informó que fueron unas 15 mil almas las que salieron a expresar su opinión.

El panorama fue desolador igualmente en la ciudad de Nueva York: sólo unos cinco mil protestantes hicieron eco del llamado a las calles. En Phoenix la marcha pintó mejor pues asistieron 10 mil, similar a la reportada en la ciudad de Detroit. En Washington DC fueron apenas 300 personas las que se congregaron en los alrededores del Capitolio.

Peor, en Atlanta, donde el año pasado marcharon 50 mil, esta vez no salió nadie a la calle.

Aun cuando los organizadores restaron importancia a esta falta de asistencia aduciendo que lo importante es reforzar el mensaje sobre la necesidad de llevar a finalizar este año el proceso de legalización de ...