El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, planteó reducir la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora en las zonas más sensibles de la capital hispalense En un comunicado, Sánchez Monteseirín manifestó su intención de "abrir un debate sobre la seguridad vial en la ciudad poniendo en marcha medidas para ajustar la velocidad e intensidad del tráfico con el fin de que Sevilla sea una ciudad más segura para peatones y ciclistas".
La propuesta del primer edil hispalense pasa, en primer lugar, por reducir la velocidad máxima permitida hasta los 30 kilómetros por hora en las zonas más sensibles de la ciudad, como son "todas las calles con un único carril de circulación, las zonas denominadas puntos negros y en el carril derecho de algunas vías de gran capacidad que sean especialmente transitadas por ciclistas y peatones".
El objetivo prioritario de esta iniciativa es "reducir el número de accidentes en Sevilla, una ciudad que, si bien no tiene unos índices muy elevados de siniestralidad, sí se siente especialmente sensible con este problema".
Así, destacó el hecho de que "el 65 por ciento de los accidentes se producen en los cascos urbanos" e insistió en la conveniencia de abrir un debate con todos los sectores de la ciudad para poner en marcha medidas destinadas al bien común y a una mejor convivencia en la ciudad. "Las políticas de peatonalizaciones que hemos puesto en marcha tienen efectos muy positivos pero no son suficientes, tenemos la obligación de seguir avanzando para mejorar la convivencia en las calles de la ciudad", afirmó.
En este sentido, concretó que esta iniciativa se basa en el hecho de que, según los estudios técnicos elaborados al respecto, la moderación de la velocidad tiene un efecto muy directo en la seguridad vial de peatones y automovilistas, sin repercutir negativamente en la movilidad de los ciudadanos, puesto que para los automovilistas, un trayecto medio de 15 minutos en una población --con semáforos, cruces sin prioridad, maniobras de estacionamientos de otros conductores, cruces de peatones...--- el límite de 30 kilómetros por hora sólo supone un minuto más en la duración del trayecto.
De igual modo, recordó que antes de que termine 2010 Zaragoza se convertirá en la primera ciudad española que limitará la velocidad máxima del tráfico rodado en la mayoría de sus calles, mientras que el Ayuntamiento de Barcelona va a ampliar a 16 barrios más el plan experimental que puso en marcha en Sant Andreu, donde tras ocho meses en funcionamiento los accidentes han bajado en un 27 por ciento y ha crecido en un 200 por ciento la afluencia a las zonas comerciales y el uso de la bicicleta.