Día clave este viernes en la sede del PSC. El sábado, el Consejo Nacional del partido aprobará las listas para las elecciones del 28-N, que tienen como principal incógnita quién hará tándem con el candidato y primer secretario, José Montilla. Todo apunta a que será una mujer y entre los nombres sobre la mesa hay los de Laia Bonet, Montserrat Tura y Rocío Martínez-Sampere. Si el dato es de por sí importante dado el peso específico de los socialistas en Cataluña, sobre todo lo es más por cuanto permite una hipotética lectura en clave de futuro, dado que todos los indicios apuntan a que José Montilla no repetirá como presidente de los catalanes. Como la experiencia indica, de un modo u otro quien ha llegado a este estatus no se resigna al papel, importantísimo pero de 'best supporting actor', de líder de la oposición: es muy duro. Así que, de una manera u otra -apartándose explícitamente de la lista o agarrándose a cualquier clavo ardiendo para no volver a pisar el foro parlamentario- el político en cuestión, provenga de la formación que lo haga, se busca la excusa para multiplicarse por cero como tal y a otra cosa mariposa. Resolución, incontestablemente, muy humana. Muy probablemente, el actual presidente de la Generalitat no calentará banquillo opositor en caso de no volver a serlo, así que su futuro número dos pasará a ser el número uno 'de facto'. Con todo lo que ello conlleva de proyección durante cuatro años, a poco que esté acertado -ay!, y se nos olvidaba: o acertada, dado el cariz que toma la cosa- y de evidentísimas posibilidades de figurar en la 'pole' para intentar tomar el Palacio de Invierno por su partido en las futuras elecciones de 2014 (en principio, claro). En este caso, el PSC.
Conjeturas aparte, el presidente tiene previsto dedicar buena parte del día a reunirse con la comisión electoral hasta última hora. Llegados a este momento de evaluar, se encargará de cuadrar un rompecabezas que, según fuentes del partido, debe ser "equilibrado", por lo que debe garantizar, al mismo tiempo, un grado de renovación, presencia de pesos pesados y representación territorial.
Pocas horas antes de la aprobación de las listas, poco se sabe a ciencia cierta sobre las listas del PSC. En primavera, el partido eligió a José Montilla como candidato a la Generalitat y antes de las vacaciones de verano este avanzó cuáles serían sus candidatos territoriales. Serán los consellers Joaquim Nadal y Joaquim Llena, por Girona y Lleida, y el delegado del Gobierno en Tarragona, Xavier Sabaté, por esta circunscripción.
A partir de aquí, todo está pendiente. En septiembre, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, anunció que dejaría el gobierno español para formar parte de la lista del PSC por 28-N. Todo apunta a que el todavía ministro ocuparía el número tres de la lista por Barcelona.
El número dos se reservaría para una mujer y los nombres que más suenan en las quinielas son los de la secretaria del Govern, Laia Bonet, y la consejera de Justicia, Montserrat Tura, dirigente del ala catalanista del PSC. Pero también hay otros nombres que no se descartan en círculos socialistas, como el de la portavoz adjunta del PSC en el Parlament, Rocío Martínez-Sampere, promocionada al final de la legislatura dentro del grupo parlamentario.
Hace cuatro años, el número dos fue ocupado por Antoni Castells. Pero el conseller -¿tal vez, en el futuro, con Mas?- de Economía decidió no estar presente esta vez en las listas, aunque mostró públicamente el apoyo al presidente. Otra incógnita es saber cuál será la decisión en torno al conseller de Educación, Ernest Maragall. Como Castells, Maragall ha sido crítico en algunos momentos durante la legislatura con el tripartito, que llegó a calificar de "artefacto inestable".
Montilla anunció su intención de incorporar caras nuevas a su proyecto para la próxima legislatura. Además de nombres como Bonet o Martínez-Sampere, también se contempla incorporar nombres como el de Jaume Collboni, director de la campaña electoral.
Algunas bajas ya han sido anunciadas, como la del Síndic de Aran, Francesc Boya; la diputada Carme Figueras, con nuevo destino al CAC; o la del diputado Josep Maria Balcells. De hecho, este último pertenece a Ciutadans pel Canvi (CpC), con quien el PSC ha presentado en coalición en las elecciones de 1999, 2003 y 2006. Esta vez, sin embargo, ha decidido prescindir de la coalición con esta asociación, creada para dar apoyo a Pasqual Maragall. Sin embargo, los socialistas se han mostrado dispuestos a incorporar algunos nombres en las listas vinculadas a CpC, como podría ser el del actual diputado Antoni Comín.
La jornada de este viernes se prevé larga en la sede de la calle Nicaragua. El Comité Electoral ha sido citado para reunirse con el primer secretario lo largo del día y se le ha indicado que se reserve las últimas horas del día, con previsión de que la elaboración de este rompecabezas se pueda acabar alargando hasta entrada la noche.
Este órgano está formado por el primer secretario, José Montilla; por el viceprimer secretario, Miquel Iceta; por el secretario de Organización, José Zaragoza; y por representantes de las diferentes federaciones territoriales del partido, además de un miembro de las juventudes y la representante de la comisión de mujeres. Sobre la mesa tendrán los nombres propuestos por las diferentes federaciones y sectoriales del partido, aunque el candidato Montilla también podrá hacer sus aportaciones, abriendo así la posibilidad de incorporar independientes.
El objetivo, según fuentes del PSC, será conseguir una lista "equilibrada", que tenga suficiente representación territorial, y que incorpore al mismo tiempo un grado de renovación, con caras nuevas, y presencia de los pesos pesados del partido. La comisión ya se reunió este miércoles, en un encuentro que sirvió para empezar a avanzar en listas territoriales, aunque sin llegar a cerrar nada. Este jueves, a pesar de lo inicialmente previsto, no ha hubo reunión.
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