El plan terrorista desbaratado este sábado, dirigido contra el aeropuerto internacional JFK de Nueva York, tenía como objetivo principal una línea de combustible relacionada con otros dos aeropuertos y que pasaba por debajo de barrios residenciales, según informaron fuentes cercanas a la investigación.
El plan, por lo que se sabe hasta ahora, aunque se está pendiente de nuevas investigaciones a partir de este domingo, parece ser que no incluía ataques contra aviones o terminales, y de los tres arrestados, se ha confirmado la identidad de uno de ellos como un antiguo miembro del personal del aeropuerto.
La línea de combustible tiene su origen en unas instalaciones situadas en Linden (Nueva Jersey), de las cuales parten otras tuberías que sirven a los otros dos principales aeropuertos de Nueva York, el LaGuardia y el Newark Liberty.
En la tarde de este sábado, las autoridades estadounidenses precisaron que tres personas había sido detenidas y una cuarta está bajo orden de busca y captura por su presunta implicación en la trama terrorista, que se encontraba "en la fase inicial de preparación".
Representantes del FBI y de las fuerzas antiterroristas tienen previsto conceder una rueda de prensa también este domingo, donde se darán más detalles de los últimos hallazgos policiales..
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