El presidente de la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia (Croem), Miguel del Toro, quien es el gerente de una de las empresas de la UTE concesionaria de la tercera fase de la restauración del Teatro Romea, ha achacado el retraso en esta obra a la decisión que deben adoptar los técnicos del Ayuntamiento de Murcia sobre algunos inconvenientes detectados en el transcurso de los trabajos de rehabilitación.
Por ejemplo, ha señalado que, a lo largo de las obras, se ha localizado problemas en los forjados y en alguna de las escayolas que "al principio se pensaban que estaban bien y, sin embargo, están rematadamente mal". Al respecto, ha puntualizado que, si se despejan todas las unidades que están en el aire, queda "muy poquito" para terminar las obras.
Así lo ha hecho saber en rueda de prensa Del Toro, quien representa a Trimtor, que forma una Unión técnica de empresas (UTE) junto con la compañía Azuche 88 para la ejecución de la tercera y última fase de las obras.
Del Toro ha puntualizado que las empresas que ejecutan las obras han hecho las catas para verificar el estado del edificio y que, tras detectar los problemas, están "a la espera de que los técnicos y arquitectos municipales decidan si hay que cambiar las infraestructuras dañadas o no".
"Es algo que el promotor, el que paga, tiene que decidir, nosotros simplemente estamos a la espera de que se decida hacer o no", ha señalado Del Toro, quien ha reprochado que ésta ha sido "la tónica general de toda la obra".
La empresa a la que Del Toro representa fue adjudicataria de la tercera fase y última de las obras que comenzó el 12 de enero de 2010, por lo que el empresario rechaza que se le pueda imputar a su compañía "bajo ningún concepto todo el retraso".
Al respecto, ha aclarado que la fase que su empresa está realizando "tenía un plazo de ejecución que no se ha podido cumplir por razones que hay que preguntar a los técnicos del Ayuntamiento, porque nosotros, a día de hoy, aún estamos esperando a que se nos despejen ciertas unidades de obra que han surgido y estamos a la espera de si las hacemos o no".
Así, ha dicho que los arquitectos del Ayuntamiento "tendrán que consultar y revisar si es conveniente hacer la partida que ha surgido, como por ejemplo, si hay que reforzar los forjados y si alguna de las escayolas que se pensaban que estaban bien al principio está rematadamente mal.
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