¿Estamos locos o qué?
martes 06 de septiembre de 2011, 10:18h
Suelo criticar muchísimo a Jordi Évole por sus constantes faltas de respeto. Lo hice cuando en el sagrado Muro de las lamentaciones imitó el toc toc, toca la pared en un intento de hacer una gracia. Después de haber visitado Jerusalem y haber estado rezando en el kotel a principios de este verano todavía entendí menos la gracieta viendo qué venerado es dicho muro y la seriedad y sentimiento de recogimiento que se respira cuando uno está ahí. No hace falta ser judía, de hecho no hace falta ser creyente para comprender el misticismo que ahí se respira.
Pero no critico a Évole porque sí, sino por una cosa en concreta que a mí me pareció de pésimo gusto. Le recriminé que por qué no se metía con los islámicos que no respetaban a las mujeres y a los imanes que decían cosas terribles impropias de estados democráticos. Pensé, y me equivoqué, que no tendría los arrestos suficientes para hacerlo porque su amor hacia la izquierda se lo impedía. Me equivoqué.
Así que aprovecho la columna de hoy para felicitarlo por su actuación ante un representante de la Qatar Foundation, patrocinadora del Barcelona FC. Évole se centró en la figura de un erudito musulmán que da nombre a ciertas becas y a ciertas instalaciones de la fundación qatarí, conocido por su ideología extrema en las posiciones islamistas. Entre ellas, castiga duramente a los judíos y justifica el maltrato a la mujer. Se rumorea que dicha actuación del periodista puede poner en peligro el patrocinio. Pues que lo ponga.
Es más, el señor Rosell debería desestimar ese dinero. Porque no todo el dinero tiene una buena procedencia. La ética de un club centenario como el Barça no debería aceptar dinero de personajes de ese calibre. ¿Qué será lo próximo? ¿Dinero de la trata de blancas? ¿De la mafia? ¿De la venta de diamantes de sangre?
Me alegra muchísimo ver que la conciencia de Évole está despierta para todo, no sólo para los de su cuerda ideológica y si su intervención propicia el cese del dinero, señor Rosell, no ha perdido nada y sí ha ganado mucho. Hay cosas que no tienen precio y una de ellas es la dignidad de las mujeres. Usted no puede permitir que se financie un club con dinero de un loco que justifica el maltrato a las mujeres, entre otras cosas porque las considera un ser humano de segunda categoría.
También el erudito musulmán (como lo llama el de la Qatar Fundation) explica que los judíos siempre reciben castigos de Dios por ser como son y que lo último fue su holcausto, una bendición divina, según él. Es curioso cómo el qatarí confunde el concepto de la libertad de expresión. Defiende que el eruidto diga lo que quiera porque existe la libertad de expresión, "eso es lo que proclamáis en occidente, ¿verdad?" Verdad, sí señor, pero también existen límites y cuando llegan a la apología de terrorismo la cosa cambia. "Todo palestino debería ser una bomba humana", sobre esto no tengo comentarios. Vean ustedes mismos el vídeo y opinen por sí mismos
- Vídeo:
El Follonero la montó con la Qatar Foundation