Me lo dijo Pérez, que estuvo en Sevilla
sábado 10 de septiembre de 2011, 12:16h
Lo tienen complicado, muy complicado. Tanto, que la gran mayoría de los asistentes, el jueves en Sevilla, a los desayunos del Fórum Europa Tribuna Andalucía, de Europa Press, donde intervino el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que fue presentado por el candidato a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, no mostraban ni por asomo la clásica euforia de anteriores eventos similares. De hecho, allí estaban todos los que en estos momentos son algo dentro del socialismo andaluz, desde los consejeros de la Junta al director general de Canal Sur, pasando por viejas glorias en retirada, coge cosas de todo pelaje, banqueros y sindicatos y empresarios adictos al régimen. Y todos con cara de circunstancias. Con cara de pensar que el 20-N está a la vuelta de la esquina y esto no hay quien lo arregle. Eso sí, al menos el acto de Sevilla sirvió para restañar viejas heridas y devolver la confianza mutua entre los dos candidatos, perdida por mor de sus distintas concepciones del "tempo" político. Ambos firmaron el pacto de no agresión y se dirigieron mutuos y encendidos elogios de cara a la galería aunque la procesión fuese por dentro. Al fin y al cabo, ambos líderes socialistas, Rubalcaba y Griñán, Griñán y Rubalcaba, tanto monta monta tanto, han sacado tajada personal de sus diferencias. El primero, Rubalcaba, ha logrado convencer a un clásico histórico como Alfonso Guerra para que que no se retirase y encabezara la lista de Sevilla y, de camino, se ha llevado a Madrid a la consejera quizás más valorada y eficaz de la Junta, Micaela Navarro. El segundo, Pepe Griñán, ha conseguido quitarse de enmedio, parece que esta vez definitivamente, a las dos bestias negras que amenazaban con fastidiarle su candidatura a la Presidencia de la Junta torpedeando su poder regional desde las ejecutivas provinciales andaluzas, Manuel Chaves y Gaspar Zarrías.
Lo que parece de bodevil es la que se traen con la ministra Rosa Aguilar y su candidatura por Córdoba. Después del desplante y el cabreo de Carmen Calvo, se dijo que Aguilar iría como número uno por Almería para evitar males mayores en el ya conflictivo PSOE cordobés. Al final, Griñán se ha empeñado y la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino (antigua y casi olvidada Agricultura) encabezará la candidatura natural de su Córdoba natal. Yo no sé si ese es un caramelo envenenado que Pepe Griñán le ha hecho a Rubalcaba, porque puede pasar que el descalabro socialista en las generales en la provincia cordobesa sea similar al que ya sufrieron en la capital en las últimas elecciones municipales (pasaron de la segunda a ser la cuarta fuerza más votada). El rechazo que los cordobeses han manifestado reiteradamente hacia su ex alcaldesa después de que se pasara con armas y bagajes de IULV-CA al PSOE como consejera de Obras Públicas del Ejecutivo de Pepe Griñán, puede pasarle factura el 20-N. Y es hasta posible que el PSOE, con Rosa Aguilar como cabeza de lista, obtenga en Córdoba sólo un diputado. Habrá que estar atentos.
Lo de Micaela Navarro merece un capítulo aparte. Griñán la elogió públicamente diciendo que la perdía "con todo el dolor de su corazón". No es para menos. Si echamos un vistazo a su Ejecutivo, plagado de segundones sin demasiado brillo, podemos deducir que la todavía consejera de Igualdad y Bienestar Social, ha mantenido el tipo incluso en los peores momentos, sabiendo "vender" su gestión, sobre todo con la tercera edad en los pequeños pueblos del interior de Andalucía. Reconozco que siempre he tenido debilidad con esta iliturgitana y casi paisana con la que comparto el honor de haber dado ambos el pregón de las Fiestas de mi ciudad. Arjona, pero hay que reconocer que Micaela vale mucho y siempre ha sabido mantenerse al margen de las luchas partidistas que tanto juego dan en Sevilla y tanto daño han hecho al partido. Por su propio bien y el de todos los andaluces espero que no acabe quemada en esta apuesta en la que se ha visto implicada como asesora de Rubalcaba. Ella sabe que tiene escasas oportunidades de llegar a ser ministra, así que tendrá que conformarse con su escaño por Jaén y estar al menos cuatro años en la oposición como diputada en Cortes junto a su compañero Gaspar. Una verdadera pena.