www.diariocritico.com

Antonio López aconseja a sus alumnos que sean libres a la hora de crear

El pintor Antonio López tendrá listas para finales de año las esculturas del 11-M

viernes 03 de agosto de 2007, 14:23h
El pintor Antonio López avanzó este viernes en Santander que espera tener acabadas a finales de año las esculturas que se colocarán en la estación de Atocha en homenaje a las víctimas del 11-M. En una rueda de prensa celebrada con motivo del taller de pintura que ha impartido esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), López explicó que continúa trabajando en este proyecto, consistente en dos cabezas infantiles (una de sus nietas le ha servido de modelo) de unos tres metros de altura. Estas esculturas se instalarán previsiblemente a la entrada de la estación desde la llegada del AVE.
Junto al pintor, compareció ante los periodistas el escultor Julio López, que ha impartido también un seminario en la UIMP y que también habló de los proyectos en los que trabaja actualmente. En su caso se trata de un monumento a Pablo Neruda, que comenzó hace 20 años y que ha vuelto a retomar después de un "distanciamiento muy útil".

Ambos artistas coincidieron en defender el trabajo artístico directo, desde el natural, frente al "recurso empobrecedor" de la fotografía, que no da "todo el misterio que tienen el mundo y la naturaleza" y abogaron por la vuelta al "destello" y el "milagro" de la creación a partir de un estímulo natural.

Antonio López explicó que los artistas tienen muchas reticencias al trabajo al natural porque crea problemas y dificultades (entre ellas, el necesitar la presencia del modelo y no poder cuadricular el estímulo) mientras que la fotografía permite hacer "lo que quieras". Sin embargo, aseguró que si se plantea a los alumnos un proyecto "interesante y atrayente", "alguien con sensibilidad crea en poco tiempo un pedazo de pintura que tiene emoción", pero es necesario que ellos confíen en esa forma de trabajo.

Los dos artistas hablaron de la importancia del contacto con jóvenes creadores en los talleres, donde charlan e intercambian impresiones sobre el arte a la vez que trabajan con naturalezas muertas y figuras humanas. Julio López afirmó que se producen momentos de encuentro "verdaderamente peculiares" porque tanto profesor como alumnos se han elegido mutuamente, lo que permite que sea "mágico" para la vida de los creadores.

Antonio López, por su parte, dijo que estos talleres le permiten descansar de su trabajo y vivir un momento intenso porque trata de prolongar la enseñanza de los alumnos a la vez que despeja dudas propias.

El considerado padre de la Escuela Realista de Madrid puntualizó que los alumnos no llegan con un estilo propio por lo que les orienta, pero les aconseja que sean "libres" y que defiendan y amplíen su propio criterio y miren con "su propia mirada".
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios