¿Habrá cambio en la cultura política tras el resultado electoral?
lunes 25 de mayo de 2015, 08:24h
El resultado de estas elecciones
municipales y autonómicas ha creado más interrogantes que certezas. Por eso los
medios de comunicación pueden editorializar de manera divergente. Diariocrítico señala que el PP gana las elecciones con un desgaste considerable y el
diario El País pone el énfasis al contrario: el PP sufre un completo batacazo
aunque sigue siendo la fuerza más votada. La verdad es que este resultado
electoral no ha dejado claro si el PP podrá formar un nuevo gobierno en España
cuando termine el año.
¿Hundimiento del bipartidismo? Pues
un poco lo mismo. Los partidos emergentes han ampliado el espectro
parlamentario, pero PP y PSOE siguen teniendo cerca del 60% del total de los
votos emitidos. Cualquier cosa puede suceder en las elecciones generales: que
el bipartidismo profundice su caída o bien que se mantenga e incluso reflote.
Una incertidumbre interesante es la
que ha sucedido en Cataluña, donde las fuerzas emergentes han irrumpido a costa
de los partidos soberanistas. Porque podría suceder que la indignación social
no apoye directamente el soberanismo como se presuponía.
Desde luego, también se han dado
algunas, pocas, certezas. La más notable es que parece haberse acabado el
tiempo de las mayorías absolutas, al menos de momento. Y eso supone un tremendo
reto para nuestra cultura política carpetovetónica. Dicho en breve, se abren en
lo inmediato dos escenarios posibles. Uno, marcado por la necesidad imperiosa
de realizar pactos, que podría empezar a limar nuestra cultura de sectarismos,
banderías, bloqueos y verdades a medias. El otro, mucho menos halagüeño, que
implicaría todo lo contrario: dado nuestra incapacidad de conciliar, podría
abrirse un curso de inestabilidad política e institucional considerable.
Pronto lo sabremos. En todo caso,
dudo mucho que tengan lugar pactos entre los partidos mayoritarios. Incluso
cuando sea evidente que la fuerza política ascendente sea radicalmente
antisistema. Todavía nuestra cultura política no llega al nivel de Alemania. Lo
previsible es que tengan lugar pactos entre partidos mayoritarios y fuerzas
emergentes. Y en esa tesitura quien lo tiene más difícil es el PSOE sin ninguna
duda. ¿Cómo mantener la propuesta de "cambio seguro" cuando se hacen pactos con
proyectos inciertos? ¿Provocar inestabilidad institucional únicamente para
sacar al PP del gobierno territorial? Si lo que resta de año no va a ser fácil
para el PP, no lo será mejor para el PSOE. Tampoco para las fuerzas emergentes,
que tendrán que ejercitarse en la concertación nada más salir al escenario
político. Ojalá que de tales dificultades surja un mejoramiento de nuestra anquilosada cultura política.