Albares defiende que España pasa de "espectador" a "actor" en la cuestión el Sáhara

El presidente Pedro Sánchez sigue eludiendo hablar y dar la cara por su cambio de posición sobre el Sáhara Occidental, priorizando el plan de Marruecos para que este territorio tenga autonomía, pero no independencia.

Este miércoles, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, evitó responder, remitiéndose a la sesión plenaria agendada el día 30 de marzo.

Quien dio la cara fue su ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien defendió la postura de España en este caso, ya que cree que era hora de que nuestro país pasase de ser "espectador" a "actor".

El PP acusó a Sánchez de cambair "de un plumazo" la política exterior de España en un tema tan delicado como es el Sáhara, "menospreciando" al Parlamento y "traicionando su programa electoral". El ministro Albares después recordó al PP que el presidente Mariano Rajoy ya defendía esta postura de la autonomía del Sáhara durante su mandato.

También fue duro con Sánchez el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien le acusó de "traición" al pueblo y la causa saharaui: "Aún queda calima en Madrid, cuando la vean, acuérdense de la traición al pueblo saharaui".

Un conflicto de 46 años

🖼️ #Galería El ministro de @MAECgob, @jmalbares, responde a las preguntas de Valentina Martínez del G.P. Popular y de Jon Iñarritu del G.P. EH-Bildu.

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— Congreso (@Congreso_Es) March 23, 2022

Albares, en su turno de palabra, aseguró a PP y Bildu, los grupos que más insistieron en este tema, que el Gobierno busca dejar de ser "espectador" y convertirse en "actor" ante un conflicto que dura ya 46 años y "podría durar otros 46 más" si no cambian las cosas.

Eso sí, se negó a aclarar si el Gobierno informó a Argelia del cambio de postura a favor de Marruecos, cosa que el país norafricano asegura que no se produjo.

Albares insistió en que este tema se tratará en Naciones Unidas, que es "donde se debe hablar", asegurando que este debate era estéril en el Congreso español.

Los distintos grupos, sobre todo los de izquierda, le exigieron saber al Gobierno qué contraprestaciones esperan de Marruecos ahora que han apoyado su plan.