La ruptura anunciada el lunes por la cúpula de Junts se ha consumado este jueves. Las bases de Junts per Catalunya, con 6.300 afiliados de acuerdo con el último dato oficial, han dado su apoyo por aplastante mayoría a la decisión de la cúpula de la formación encabezada por Carles Puigdemont de desvincularse del acuerdo de investidura con el PSOE. El 87% de los participantes en la consulta que ha terminado este jueves han estado a favor de la decisión, de acuerdo con lo informado el partido en una nota de prensa.
"¿Estás de acuerdo con la propuesta de la ejecutiva de dar por finalizado el acuerdo de investidura con el PSOE ante los incumplimientos reiterados de sus compromisos?", era la cuestión que el Consell Nacional de la formación, el máximo órgano entre congresos, había validado el pasado martes. La votación, telemática, empezó el pasado miércoles y la urna se ha cerrado este jueves, a las 18:00 horas. Con una participación del 66% de la militancia con derecho a voto. A favor de romper se pronunció el 86,9%; en contra, un 10,2%; y un 2,8% de los votantes han votado en blanco.
No ha habido sorpresas, las bases han seguido en su mayoría la doctrina fijada en pasado lunes por la cúpula del partido. En la reunión en Perpiñán, el propio Puigdemont ya habló a favor de dar por finiquitados los acuerdos de investidura de Pedro Sánchez, algo con lo que estuvo de acuerdo el resto de la Ejecutiva. "Un pacto que no se ejecuta es un acuerdo roto", idicó el ex presidente catalán en una comparecencia posterior a la reunión y en la que no hubo oportunidad de preguntas.
No están a favor de forzar elecciones
"La cúpula de Junts ha decido romper su apoyo al Gobierno y ejercer la oposición", informó entonces Puigdemont, sin dejar claro el impacto real de esa decisión o cómo se iba a ejercer ese nuevo papel de oposición. Pese a la retórica exaltada sobre los incumplimientos del Gobierno, en Junts han rechazado forzar directamente unas elecciones elecciones o apoyar una moción de censura junto al PP y Vox.
El secretario general del partido, Jordi Turull, ha afirmado estos días que la diferencia entre la actual situación y la nueva es que el PSOE se va a encontrar el sentido de su voto "en el tablero" del Congreso y no va a contar con una negociación privilegiada. Con todo, no se muestra contrario a hablar o poder incidir en puntos que crea positivos para Cataluña. "Nos están preguntando a nosotros si la legislatura tiene que continuar y es el presidente del Gobierno quien lo tiene que decidir", había subrayado el número dos de Junts en una entrevista, donde también ha justificado que en los próximos días se pueda apoyar al Gobierno en temas que estaban ya hablados.
Se trata de una manera actuar muy parecida a la que, el pasado mes de julio, defendía el propio Puigdemont en el acto de celebración del quinto centenario de la formación. "Este es el método Junts", señaló durante el mitin, en Prats de Molló (Francia). "Es plantearse unas cuántas preguntas básicas cada vez que nos piden el voto. ¿[La medida] Es positiva o puede serlo para los catalanes y Cataluña? ¿Respeta las competencias y nuestra identidad? ¿Se han aceptado nuestras propuestas? ¿Es útil para avanzar en el camino a la independencia?".
Si (
No(
