viernes 15 de febrero de 2008, 17:09h
Cuando ya la campaña se encamina a su zona central, los asuntos se agolpan, y son de envergadura y de trascendencia. Hay que celebrar, se supone, el brindis con champán francés que el Nuncio del Vaticano ofreció a Zapatero al término del encuentro en Nunciatura. Ni con vino riojano o del Duero, ni siquiera con cava del Penedés, con champán francés. Se quejarán los productores, ya verán. Tampoco hay que pasar por alto la afirmación tajante que ha hecho el embajador de España en el Vaticano, Francisco Vázquez: El Papa fue muy claro cuando apoyó el diálogo con ETA. Y también, que el Papa comprende el diálogo con ETA mejor que muchos obispos. Afirmación que también causará conflictos interiores en algunos obispos. Hablando de obispos, ha estado especialmente locuaz monseñor Sebastián, de quien transcribo algunas de sus afirmaciones: No nos persiguen, pero no nos quieren. Si se denuncian los acuerdos Estado español-Santa Sede, perderá más el gobierno que la Iglesia. La Iglesia vive a expensas de la generosidad de los católicos. Habrá que hablar con ETA para buscar el fin de la banda, pero sin concesiones políticas ni dando rango de interlocutor a terrorismo. La Iglesia se siente amenazada. Una impresión que tiene otro obispo, monseñor Montero: Estamos acosados por todas partes por los medios de comunicación poderosos y por un gobierno sectario. Una visión episcopal más, la de García Gasco: La Iglesia no quiere imponer nada, pero no calla ante quienes lo hacen. Y también: Los cambios legales que perjudican a la familia, son negativos para la sociedad...
Otro frente ha quedado resuelto: El de los debates electorales. Habrá finalmente debates, pero en ninguna de las televisiones que aspiraban, ni la pública ni las privadas. Emitirá la señal la Academia de Televisión que preside Campo Vidal y la facilitarán las teles que lo deseen. Alguna ya ha dicho que ellas, no, como Antena 3, que aspiraba a ser una de las elegidas. Y la otra aspirante privada, Antena 3, dice que se lo está pensando... Los dos debates televisados serán un elemento crucial, con toda seguridad, de la campaña en su conjunto.
Y el después de la campaña y después de las elecciones, lo vienen planteando las fuerzas políticas catalanas desde el comienzo de la precampaña. Sobre todos los convergentes, que por cierto no están teniendo con su primer candidato, Durán i Lleida, operado de un cáncer de pulmón, pero que aspiran a ser imprescindibles en una futura coalición de gobierno, sea con el PSOE o acaso con el PP... En esta segunda hipótesis, Montilla quiere curarse en salud, y ya ha advertido a Zapatero que no consentirá que "le mueva" su tripartito con ERC e IU. Parece evidente que Zapatero quisiera tener como socio a CiU, en lugar de esas otras dos fuerzas, pero a Montilla no le gusta nada la idea. Zapatero sale al paso y proclama desde un diario catalán: No contemplo una coalición con CiU. Mi gobierno será socialista y punto. Y ya de paso, se ha vendido a sí mismo y al PSOE a los catalanes electores: He dado la cara por Cataluña frente al durísimo ataque de la derecha reaccionaria. Y ha recordado a Montilla que él, Montilla, es quien toma las decisiones en Cataluña, pero Zapatero mismo las toma a nivel estatal. O sea, incluida Cataluña...