Campaña negativa, efectos positivos

La semana pasada estuvo marcada por los ataques de los republicanos contra la imagen de Barack Obama. Los de John McCain se afilaron los dientes y arremetieron de lleno contra el senador por Illinois con ironía. Compararon su estatus de "estrella internacional" al de la cantante Britney Spears y, lo que es peor, al de la rica heredera Paris Hilton.

Muchos acusaron a McCain y al Partido Republicano de poner sobre la mesa el mal gusto en la campaña electoral. La mayoría de analistas se pusieron de acuerdo en que los ataques iniciaban una estrategia de las que denominan negativas, al atacar sin pudor la imagen de un candidato y no sus propuestas políticas.

Ahora bien, muchos se preguntaban si la negatividad que esgrimía McCain jugaría en su contra ante el electorado o sería más bien lo contrario. La respuesta no se ha hecho esperar y, según la última encuesta de Gallup, Obama y McCain se encuentran ahora mismo empatados en intención de voto.

Obama aventajaba a McCain por nueve puntos el pasado 26 de julio. Ahora ambos "presidenciables" se encuentran empatados y tienen un 44 por ciento del apoyo popular. El senador por Arizona sale ganando: ha encontrado rendimiento político al calificar a Obama como "un famoso más y no un líder".

McCain ha dicho incluso sentirse orgulloso del anuncio "Celeb" y ha asegurado que la reciente campaña audiovisual sirve para poner de manifiesto las diferencias entre él y su oponente. Obama, que, por el momento y según Gallup, sale perdiendo, mira hacia otro lado.