La tediosa primera votación de la investidura de Feijóo, que se tiene que hacer por reglamento pidiendo a cada uno de los 350 diputados que se pronuncie verbalmente y poniéndose en pie desde su escaños, se extendió durante muchos y tensos minutos.
Y todo porque aunque todo el 'pescado' estaba 'vendido', y se esperaba que 178 diputados votaran 'no' al candidato del PP a la presidencia del Gobierno, había un pequeño temor a que hubiera algunos disidentes, o tránsfugas, como se le quiera llamar, en las filas del PSOE.
El PP pidió que al menos 4 diputados socialistas se mostraran en contra de las posiciones de Pedro Sánchez, en teoría dispuesto a conceder la petición de los independentistas catalanes de aprobar una ley de amnistía.
El error del diputado Sancho
Así que la anécdota de la jornada tuvo lugar sobre las 13:10 horas cuando un diputado del PSOE, Herminio Rufino Sancho Íñiguez, se equivocó y dijo 'sí' a Feijóo al votar.
En cuestión de segundos, la bancada de la derecha empezó a comentarlo. La primera en reaccionar fue su propia compañera socialista Isaura Leal, secretaria segunda de la Mesa del Congreso, y que en ese momento era la que estaba nombrando a los diputados para que votaran.
Leal le preguntó estupefacta por su voto, entendiendo que se podía haber equivocado. Tras los segundos de tensión, y el run-run de decenas de diputados desde sus escaños, Sancho Íñiguez pudo finalmente aclarar su voto, notablemente sofocado con lo que acababa de ocurrir, ya que había podido ser interpretado como un caso de transfuguismo.
¡Tierra, trágame!
Sancho Íñiguez esperó a que se acallaran los rumores y tras lograr silencio, dijo claramente que votaba 'no' a Feijóo y que había escuchado mal su apellido, como excusa. La propia Leal le dio la razón y explicó que no le había nombrado correctamente con el apellido "Sancho", sino "Sánchez".
El diputado socialista por Teruel volvió a aclarar lo ocurrido en los pasillos del Congreso. A declaraciones a la prensa, insistió en que lo que ocurrió es que quiso decir "Sancho, sí", dando a entender que corregía a Leal por decir "Sánchez", aunque todos lo interpretaron realmente como un simple despiste disfrazado de corrección. De hecho él se delató con su reacción de sonreír y sacudir la cabeza, en señal de una especie de momento "tierra, trágame".
La anécdota realmente fue intrascendente, más allá de despertar risas, porque un voto más a favor de Feijóo no hubiera cambiado su suerte para la investidura y nadie reclamó que fuera tomado como un voto válido.
Sancho quiso decir a los periodistas que por favor nadie dudase de él ni se le tomara como un presunto tránsfuga que quisiera avisar a Pedro Sánchez sobre su votación, porque era "un socialista de toda la vida".
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