La sesión constitutiva del Congreso de los Diputados este jueves ha deparado algunas anécdotas curiosas y también graciosas en el hemiciclo.
El arranque de la XV legislatura de la reciente democracia tenía como gran plato principal la elección de la presidencia, que finalmente se decantó por la socialista Francina Armengol.
Pero hubo otros momentos destacados, como cuando la diputada de Sumar Tesh Sidi no fue nombrada como diputada presente en la Cámara Baja, algo necesario para que en las actas conste que estaban todas sus Señorías presentes para que los votos sean válidos.
La diputada que estaba presidiendo temporalmente la Mesa al ser la de mayor edad, la socialista Cristina Narbona, recibió este aviso y reaccionó sorprendida. Preguntó el nombre a Sidi, demostrando que no la conocía, pese a que en los últimos meses ha ganado bastante notoriedad desde Más Madrid, su partido de origen.
La joven diputada de origen saharaui se lo tomó con humor y cariño y no dudó en tutear a Narbona al agradecerle la rectificación: "Gracias a ti".
Malas cuentas
Además, Narbona cometio posteriormente un error a título personal, cuando leyó los resultados oficiales de la votación para elegir al presidente del Congreso, en este caso presidenta. Y es que cuando proclamaba a Armengol ganadora con sus 178 votos, después dijo que Cuca Gamarra, la aspirante del PP, había obtenido sólo 129 votos. Eso llevó a que muchos se echaran las manos a la cabeza y pensara que varios diputados del propio partido noi hubieran apoyado a la candidata designada por su jefe de filas, Alberto Núñez Feijoo. Se trató de un simple error de lectura y había dicho 129 cuando eran en realidad 139: los 137 diputados del PP votaron a Gamarra, además del diputado de UPN y de la diputada de Coalición Canaria.
Gil Lázaro
También hubo una anécdota, o mejor dicho, sorpresa: Vox pasó de votar conjuntamente con el PP y descartó apoyar a Cuca Gamarra por 2 cosas: una, porque sabía que iba a perder la votación ante la socialista Armengol, por lo que prefirió dar visibilidad a su diputado Ignacio Gil Lázaro; y dos, porque así protestaba contra su aliado porque éste no le iba a dar una plaza en la Mesa del Congreso, a modo de vicepresidencia o secretaría.
Narbona
Narbona fue, con permiso de Armengol o Gamarra, la protagonista inesperada de la sesión. Es habitual que el presidente de la mesa de edad, al constituir las Cortes, haga un pequeño discurso a modo de pronunciamiento democrático. Pero la socialista de 72 años eligió un tono progresista y condenó que algunos (en clara referencia a los miembros de Vox) nieguen las evidencias científicas para hacer política. Además, condenó que se niegue la violencia de género hacia la mujer. Un discurso que fue controvertido y sólo fue apoyado por la bancada progresista, con algunos cuchicheos desde los escaños de PP y Vox, que eso sí, reprimieron posibles instintos de abucheo o desaprobación y simplemente se negaron a aplaudir a la veterana política socialista.
Las fórmulas de acatamiento
El tema de cómo cada diputado jura o promete el cargo es cada legislatura un auténtico show. Los nacionalistas suelen protagonizar este capítulo con fórmulas que desafían la identidad territorial española pero, sin embargo, este año el premio se lo ha llevado la diputada de Sumar Esther Gil de Reboledo. Cuando prometió su cargo como vicepresidencia tercera de la Mesa del Congreso, la progresista e independiente de Sumar, lo hizo por " una España plurinacional y feminista". Algunos miembros de la bancada de la derecha comentaron negativamente su peculiar juramento.
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