Anulan la pena a un condenado por violación en 1992 tras validar pruebas que le exculpan

Ahmed Tommouhi fue condenado en 1992 a 24 años de prisión por 2 delitos de violación. Unos crímenes que nunca cometió y de lo que además había pruebas, pero el informe en el que se constataba que el semen encontrado en la víctima no era suyo, nunca llegó al tribunal.

Dicho informe no fue valorado por el tribunal ni acudieron a declarar los peritos que lo elaboraron, por lo que se tomó en cuenta el testimonio de la víctima para la condena.

Poco después se detuvo en la misma localidad a Antonio García, de gran parecido físico con Tommouchi, acusado de cometer varias violaciones.

Pasó 15 años en prisión y en todo momento mantuvo su inocencia. De hecho la propia víctima admitió que se equivocó en la identificación cuando trascendió el caso de Antonio García.

Ahora el Tribunal Supremo le ha dado la razón y ha anulado su condena. En la actualidad tiene 72 años.

Libertad condicional desde 2006

La Sala Penal del Tribunal Supremo ha anulado la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, de 23 de septiembre de 1992, que condenó a un hombre por dos delitos de violación y dos faltas de lesiones a un total de 24 años de prisión.

El alto tribunal ha estimado el recurso de revisión contra sentencia firme planteado por el reo que se basaba en nuevos elementos de prueba como unos informes periciales sobre el semen encontrado en una prenda íntima de la mujer agredida y que no se corresponde con los marcadores del recurrente.

Dichos informes, según exponía el acusado en su recurso, se realizaron en 1992 por la Policía Científica de Barcelona, pero nunca llegaron a conocimiento del Tribunal, pese a ser una prueba admitida que formaba parte del procedimiento, dado que los peritos no acudieron a declarar en la vista oral y el tribunal no suspendió el juicio para su citación.

El Supremo ha avanzado hoy el fallo a las partes, y en los próximos días hará pública la sentencia íntegra.

En el momento de la condena la Fiscalía ya solicitó el indulto por dudar de su culpabilidad, pero nunca fue concedido. De hecho Tommouhi nunca lo solicitó porque inistía en su inocencia.

Un error judicial que ha costado años encarcelado a Ahmed Tommouhi por un crimen que no cometió. Los artículos en prensa, un libro e incluso el apoyo de la víctima al recurso presentado por su defensa han servido para lograr la anulación de la sentencia.

Uno de los objetivos del acusado, pues lo que deseaba (según manifestó en varias entrevistas) era reponer el su "honor" y el de su familia.