Aragonès congela las relaciones con el Gobierno por el espionaje a líderes independentistas

El escándalo del presunto espionaje masivo a través de Pegasus a más de 60 líderes independentistas catalanes podría tener graves consecuencias a nivel político, en lo que respecta a las relaciones entre el Govern catalán y el Gobierno de Pedro Sánchez. Después de que Carles Puigdemont y Oriol Junqueras anunciaran medidas legales por el ciberespionaje, el president Pere Aragonès ha amenazado con congelar las relaciones con el Ejecutivo central.

"Hoy la confianza con el Gobierno del Estado y sus instituciones es mínima porque no se puede confiar en quien todo apunta a que te ha espiado. Sin lugar a dudas, espiar de forma ilegal al adversario político nos aleja mucho de la resolución del conflicto con el Estado", ha afirmado Aragonès tras la reunión del Govern para abordar el espionaje a líderes independentistas.

El presidente catalán ha enfriado las relaciones con el Ejecutivo de Pedro Sánchez, al que ha reclamado "con la máxima celeridad una investigación interna con supervisión independiente para aclarar" las responsabilidades. También ha instado a facilitar la comisión de investigación que se impulsará en el Congreso de los Diputados para esclarecer su responsabilidad en estos hechos. Y, finalmente, ha pedido que se asuman todas las responsabilidades políticas y jurídicas que se puedan derivar.

Aunque no ha dado por cerrada la mesa de diálogo, el president ha asegurado que "iremos hasta el final para exigir responsabilidades políticas y no descansaremos hasta que todos los que han permitido este espionaje respondan ante la justicia".

"Es una auténtica operación de Estado. Es necesario que todo demócrata exija la máxima transparencia y la asunción de responsabilidades. El movimiento independentista ha sido espiado ilegalmente, pero la principal víctima de Pegasus es la democracia", ha proclamado Aragonès.

El president ha avanzado que presentará una denuncia a título personal ante "un ataque que de forma evidente vulnera mi intimidad y de mi entorno personal y familiar".
En la misma línea, el vicepresidente catalán, Jordi Puigneró ha confirmado que "no normalizará las relaciones con un Estado represor; y exigimos que se abra una investigación internacional e independiente, que determine quiénes son los responsables y que paguen el precio político y judicial".

Puigdemont y Junqueras anuncian medidas legales

Sus palabras llegan después de que el ex president Carles Puigdemont y el ex vicepresident Oriol Junqueras hayan anunciado querellas en España y varios países europeos por el espionaje.

En una comparecencia en el Parlamento Europeo, Junqueras ha pedido que "un debate de urgencia en la próxima sesión plenaria" y ha anunciado que el independentismo aportará "toda la información para que se incluya el Estado español en el comité que investiga el uso de Pegasus de Hungría y Polonia".

"A nivel jurídico presentaremos querellas a varios niveles y en varios países europeos implicados en el espionaje masivo", ha aseverado Puigdemont al inicio de su intervención.

Según han confirmado, se presentarán querellas en España, Francia, Suiza, Luxemburgo, Alemania por el caso del presunto espionaje a dirigentes independentistas con el sistema de ciberespionaje Pegasus.

El caso fue desvelado por The New Yorker, que publicó que 63 personas del entorno independentista fueron víctimas del sistema Pegasus, una herramienta de ciberespionaje que infecta dispositivos móviles sin el conocimiento de su propietario y es capaz de usarlos como micrófonos, de grabar vídeos, leer mensajes o modificar archivos almacenados.

Puigdemont también ha pedido a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen que "haga rendir cuentas a España por el posible uso del programa Pegasus contra rivales políticos, que supone una violación masiva de derechos fundamentales".

Los ex dirigentes catalanes han chocado respecto a las consecuencias del espionaje en las relaciones con el Gobierno, ya que mientras Puigdemont ha pedido que se rompan los contactos, Junqueras ha defendido que se mantenga el diálogo para la resolución del conflicto catalán.