Según ha desvelado el diario 'El Mundo', uno de los 3 menores a los que se les acusa de matar a su educadora social en Badajoz agredió en repetidas ocasiones a su padre durante un período de mes y medio. Le provocó una fractura nasal. Tiene 14 años.
El otro varón de los retenidos es de 15 años y es de sobra conocido por la Policía como un delincuente habitual, destacaba por su especialización en el hurto de vehículos.
Solía huir conduciendo tras ser sorprendido, incluso en persecuciones nocturnas bajo condiciones climáticas adversas.
Ambos protagonizaron un trágico desenlace el domingo, cuando presuntamente asesinaron a María Belén, educadora social que trabajaba en uno de los chalés tutelados para menores conflictivos gestionados por entidades privadas bajo la supervisión de la Junta de Extremadura.
La víctima había iniciado su turno sobre las 20:00 horas, concluyendo a las 08:00 horas, siempre en solitario. Según testimonios, ella continuó ofreciendo apoyo a estos jóvenes pese a haber denunciado recientemente un intento de agresión por parte de uno de ellos.
En este contexto de semilibertad, las autoridades procuraban la reinserción escolar matriculando a los menores en centros de Educación Secundaria. En Mérida, el segundo de ellos, de 15 años, incluso practicó balonmano, destacando por sus habilidades deportivas hasta el punto de realizar pruebas con la selección extremeña. Sin embargo, terminaría siendo expulsado tras enfrentarse físicamente con un compañero.
37 delitos en un solo fin de semana
Los 2 jóvenes habían sido trasladados entre varios centros debido a incidentes previos. Por ejemplo, en Villafranca de los Barros, el segundo de ellos llegó a amenazar a un profesor tras recibir una calificación insatisfactoria.
Una fuente cercana al caso reveló a 'El Mundo' que el menor de 15 años acumulaba "37 delitos en un solo fin de semana".
Una denuncia previa interpuesta por la familia del menor de 14 años señalaba que el otro de 15 le suministraba sustancias ilegales y solicitó su distanciamiento.
Seguridad de los profesionales
Sheila Gómez, compañera de María Belén, expresó durante una concentración de repulsa: "Al final ha ocurrido lo que todos temíamos".
Denuncia que carecen de cámaras de seguridad o personal de seguridad, factores que aumentan el riesgo para las educadoras, quienes pueden encontrarse hasta con 6 menores simultáneamente.
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