El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado una nueva norma que recoge las reclamaciones que llevan haciendo años miles de madres y padres.
La nueva normativa permitirá que los bebés que hayan fallecido en el útero materno podrán tener nombre y estarán inscritos en el Registro Civil.
Hasta ahora los bebés que fallecían antes de nacer no tenían que figurar en el Registro, pero ahora sí será obligatorio siempre que hayan alcanzado los 6 meses de gestación.
La instrucción recoge la obligatoriedad de que figure en un archivo del Registro Civil, sin efectos jurídicos, el fallecimiento ocurrido con posterioridad a los 6 primeros meses de gestación y antes del nacimiento, pudiendo los progenitores otorgar un nombre.
Podrán solicitarlo los padres que hayan perdido a su bebé con anterioridad
La normativa entra en vigor hoy mismo ya que se publicó el BOE ayer, pero el texto estipula que podrán solicitar la inclusión en el registro del no nacido los padres que así lo deseen con anterioridad a dicha publicación.
Acreditando el certificado médico de defunción con posterioridad a los 6 primeros meses de gestación y antes del nacimiento, el registro civil abrirá el expediente correspondiente en libro físico o en la modalidad digital, que sustituye al Libro de Familia.
Esta modificación de la anterior orden reconoce una de las demandas que muchos progenitores que se han enfrentado a la muerte perinatal llevaban pidiendo durante años.
A partir de ahora la pérdida del feto (que llegue a los 6 meses en el útero) dejará de catalogarse como "legajo de aborto" y tendrán su hueco en el Registro Civil.
Algo que aunque no tenga efectos jurídicos como tal, sí tiene un efecto psicológico y sanador para muchos progenitores que se enfrentan a uno de los episodios más duros.
Una vez registrados los nombres de estos bebés, cualquiera de los progenitores podrán solicitar un certificado en el que figurarán todos estos datos.
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