La división del bloque independentista es total. Cambio de estrategia frente al objetivo soberanista, un voto discordante ante la investidura de Pedro Sánchez, un acuerdo entre JxCAT y el PSC para evitar que ERC se haga con la Diputación de Barcelona... y de fondo la sentencia del procés.
Pero antes de que el Tribunal Supremo se pronuncie, otra cita soberanista está marcada en el calendario: la Diada. Una celebración reivindicativa que antes de empezar ya está siendo motivo de disputa entre republicanos y neoconvergentes.
Los ex consejeros republicanos Josep Huguet y Anna Simó han anunciado a través de las redes sociales que no piensan participar en la Diada de este año por la sensación de persecución partidista que están realizando las organizaciones convocantes: Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.
Huguet calificó a la ANC de "panda de exaltados" y anunció que sólo reconsideraría su decisión de no acudir a la marcha el próximo 11 de septiembre si se rectifica el clima "anti-ERC" por considerar que se está fraguando un "aquelarre de purificación contra los traidores". En la misma línea, Simó denunció el clima de "enfrentamiento" que se está alimentando de cara a la Diada.
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