Los sindicatos acusan al Gobierno de "actuar de forma clasista con los trabajadores migrantes"

Los sindicatos CCOO y UGT han manifestado su desacuerdo con el anuncio del ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, sobre la reforma del reglamento de la Ley de Extranjería para facilitar el acceso de los inmigrantes sin papeles a los sectores donde faltan trabajadores. "La política migratoria laboral de este país es una materia de diálogo social desde el año 2004", han recordado.

Según han remarcado, la política migratoria laboral "debía ser tratada como el resto de materias del ámbito laboral, y por lo tanto en el marco del diálogo tripartito".

"Éramos conscientes de que el reglamento y particularmente algunos de sus elementos precisaban una reforma, mucho antes de la pandemia del año 2020, y así lo hemos venido reclamando y esperando. Lo que no podíamos esperar era que el Gobierno, y particularmente el Ministerio competente, decidiera prescindir de este bagaje", han lamentado.

CCOO y UGT han acusado al Ejecutivo de "romper durante los últimos meses, no solo el equilibrio y el consenso en torno a la política de migración laboral, sino también acentuando la segmentación de la misma, hasta convertirla en un traje a medida, no de los trabajadores migrantes, sino de las supuestas necesidades de determinados sectores, sin más consideraciones ni exigencias".

Intereses económicos

"El anuncio de la reforma del reglamento es la última de una serie de decisiones que, a nuestro juicio, tienen como objetivo atender exclusivamente intereses económicos y evitar incluso la opinión de las organizaciones sindicales, algo que ni siquiera los anteriores Gobiernos se plantearon", han denunciado.

Para CCOO y UGT, el resultado de las decisiones del Gobierno "es que hay trabajadores migrantes de primera clase y trabajadores migrantes de segunda".

"Lamentamos que, por una parte, se llegue a la conclusión de que hay puestos de trabajo que no se cubren porque deben mejorar sus precarias condiciones y, por otra, se asuma que estas condiciones sí son aceptables para los trabajadores migrantes. No podemos entender que el Ministerio ningunee a las organizaciones sindicales y actúe de una forma clasista con respecto a los trabajadores migrantes", han reprochado.

Y es que a su juicio, "clasista es la forma en que se han venido tomando decisiones y que transmiten a la sociedad española la idea de que hay unos migrantes más aceptables que otros, y que, en cualquier caso, solo son aceptables si podemos extraer un beneficio económico".