La campaña para el 26-J comienza con un alto número de indecisos que serán disputados por todos los partidos. Ciudadanos espera captar a los votantes que ahora se encuentran dudando entre PP, PSOE y ellos, pero su objetivo también es que la aritmética electoral les permita ser decisivos en la conformación de Gobierno, algo que, según el último CIS no se produciría. El partido de Albert Rivera se ha mostrado confiado en que la ligera subida en estimación de voto reflejada en el último barómetro continúe durante la campaña y revierta la pérdida la pérdida de escaños.
La formación naranja centrará una parte importante de su campaña en ese 32% de indecisos que refleja el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en el último barómetro difundido este jueves. Ciudadanos comienza las últimas dos semanas y media antes de las elecciones asumiendo que el reto más realista es el de consolidarse e intentar ser decisivos en la fase de negociaciones.
El director de campaña, José Manuel Villegas, reconocía a Diariocrítico que podrían obtener estos objetivos incluso si disminuían algo su número de escaños en el Congreso de los Diputados.
Si se cumple el escenario dibujado por el barómetro del CIS, el partido de Albert Rivera aumentaría en porcentaje de voto, pero precisamente empeoraría en escaños. En concreto, pasaría de un 13,93% a un 14,6% y perdería entre uno y dos escaños hasta quedarse con 38-39.
En esa estimación, Ciudadanos se quedaría muy lejos de la mayoría absoluta tanto sumando con PP (118-121 escaños estimados) como con PSOE (78-80).
Sin embargo, entre los encuestados que dudan, la formación naranja ha visto una oportunidad de mejorar sus resultados o, al menos, la suma aritmética con PP y PSOE. De hecho, el porcentaje más alto de indecisos reconoce estar pensando entre votar a PP o a Ciudadanos (10%), mientras que también hay un porcentaje destacado de los que estarían entre PSOE y Ciudadanos (8,9%).
El secretario de comunicación, Fernando de Páramo, ha valorado de forma positiva el incremento en el porcentaje estimado de voto y ha vaticinado que esta tendencia se seguirá dando durante la campaña y que cambiarán los equilibrios entre bloques. "Todo está muy cambiante", ha aseverado.
Respecto a los escaños, De Páramo ha reconocido que la proyección de escaños es más complicada, pero que esa traducción de votos suele dar peor resultado a los partidos que no acudan en coalición. O dicho de otro modo, que beneficia a Unidos Podemos.
El análisis más repetido por la formación naranja es que la ciudadanía reclama cambio y acuerdo y, en ese sentido, Ciudadanos destaca su capacidad de dialogar con los dos principales partidos desde el centro político.
"Lo que es seguro es que tras el 26-J será necesario un acuerdo. Una nueva etapa política requiere cambios pero también poder hablar con todos", ha añadido De Páramo.
Con el objetivo de contrarrestar el efecto que está teniendo la coalición entre Podemos e Izquierda Unida, Ciudadanos ha endurecido el tono contra estos dos partidos. De este modo, pretenden hacer valer a la vez su condición de partido nuevo y de alternativa "sentata" frente a un Podemos que califica de extremista, comunista y vendedor de humo.
"Lo importante es consolidar el espacio de centro y luego poder influir para aplicar nuestras políticas. Y eso no depende sólo de nuestro resultado", reconocía Villegas.
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