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Las claves de las históricas elecciones vascas que pueden dar el triunfo a EH Bildu

Los principales candidatos de las elecciones vascas
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Los principales candidatos de las elecciones vascas (Foto: PNV/Bildu/PSE)
domingo 21 de abril de 2024, 10:34h

El País Vasco se encuentra este domingo con las elecciones más reñidas que se recuerdan, unas en las que el Partido Nacionalista Vasco (PNV), el partido hegemónico desde hace décadas (salvo un breve periodo de gobierno socialista con Patxi López como lehendakari) podría no ganar las elecciones, si se hacen buenos los sondeos que han colocado a EH Bildu como partido vencedor en un escenario que se presume muy ajustado. De lograrlo, este 21A se convertiría en un día histórico, aunque en estos comicios la clave para ver quien gobierna no la va a atener EH Bildu aunque se confirme como ganador, ya que las posibilidades de gobierno para la izquierda abertzale son nulas si todos los partidos cumplen lo dicho en campaña.

Las claves de las elecciones vascas:

Pelea histórica entre PNV y EH Bildu por la victoria

El PNV ha sido el gran dominador histórico de las elecciones en Euskadi, habíendose impuesto en 12 de las 13 elecciones vascas desde el regreso de la democracia, solo en 1986 el PSE-EE logró más escaños que los nacionalistas. La única legislatura que no ha tenido un lehendakaro del PNV es la que lideró el socialista Patxi López gracias al apoyo del PP. Ahora el triunfo del PNV está en duda y puede ser vencido por EH Bildu, la formación con el electorado más movilizado de todos. Conscientes de esto, el nuevo candidato, Imanol Pradales, el actual lehendakari, Íñigo Urkullu, y el líder jetzale, Andoni Ortuzar, han buscado con intensidad el voto indeciso y han solicitado que toda la familia peneuvista siga unida y la sociedad vasca apueste por "la experiencia, la estabilidad, la gestión y el rigor" y no por "los experimentos de laboratorio de otros", en una velada alusión a EH Bildu.

Al otro lado se encuentran los abertzales, que buscan el que sería su primer triunfo electoral en unas elecciones autonómicas. La coalición sigue con su ascenso electoral imparable, sostenido desde su nacimiento, hace 13 años, en un viraje en su estrategia poniendo el foco en las cuestiones sociales más que en las identitarias e independentistas, aunque sin renunciar a ellas. Los resultados en las municipales y generales del 2023 enseñan un crecimiento que ha sido continuado en el tiempo y que se ha basado en un crecimiento de su base electoral. En las elecciones locales EH Bildu destrozó su techo electoral a pesar de la controversia por las listas con candidatos con delitos de sangre (que renunciaron), haciéndose con mayor número de concejales que el PNV; y en las generales sacaron 7 diputados, frente a los 6 del PNV, ya que, aunque hubo un empate en escaños por el País Vasco, consiguieron uno más por Navarra.

En esta campaña tanto el candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, como su líder, Arnaldo Otegi, han declarado que el "cambio de ciclo es imparable" e incluso, muy conscientes de que aunque lograran la victoria es casi imposible que gobiernen, aseguran que "no tienen prisa" porque "llegará". Peinsan que el hecho de que en el País Vasco se les vea como "fuerza de Gobierno" con posibilidad de ganar "ya es una meta y un cambio en sí mismo".

No está muy claro si va a afectar en las urnas la última polémica de la campaña, las palabras del cabeza de lista que se negó a condenar el terrorismo en varias ocasiones y ha calificado a la banda terrorista como "grupo armado", aunque más tarde pidió perdón a las víctimas por "herir su sensibilidad".

El PNV parte con los 31 escaños obtenidos en el 2020, 10 más que EH Bildu, que fue segunda, con 21 representantes.

El PSE busca ser la llave del Gobierno y el PP espera la sorpresa

Tras la lucha por la victoria entre los dos partidos soberanistas, en la tercera posición se sitúa el PSE-EE, que probablemente sea "el partido que decidirá quién manda en Euskadi". Su candidato, Eneko Andueza, ya lo ha decidido: quiere reeditar un gobierno con el PNV, con el que llevan gobernando desde 2016, ahora con mayores "exigencias" y ha puesto el veto "por activa y por pasiva" a EH Bildu. Se ha mostrado dispuesto, incluso, a dimitir si no se cumple ese firme compromiso.

Desde el PNV han alertado de que "será Pedro Sánchez quien tome la decisión". El propio presidente del Gobierno está a favor de volver a pactar con PNV y no quiere ver ni en pintura una coalición de gobierno con el partido de Otegi. Tanto el PNV como EH Bildu son parte del bloque parlamentario que apoya el Gobierno de Sánchez y después de estas elecciones, el foco se pondrá en el Congreso, donde ambos partidos seguirán siendo decisivos en cada votación.

Un PP también renovado con el liderazgo de Javier de Andrés quiere concentrar todo el centroderecha en estas elecciones. En las pasadas fue en coalición con Ciudadanos, que han desaparecido en estos comicios, y quieren pescar en el caladero de voto del PNV, más desgastado tras décadas de Gobierno, y 'robarle' a Vox el único escaño que tiene la fuerza ultra.

Nueva era política en Euskadi con un Parlamento de mayoría soberanista

Pase lo que pase, lo que está claro es que habrá un nuevo lehendakari, el sexto en democracia, tras Íñigo Urkullu, Patxi López, Juan José Ibarretxe, José Antonio Ardanza y Carlos Garaikoetxea.

Además de Pradales (PNV), Otxandiano (EH Bildu), Andueza (PSE-EE) y De Andrés (PP), todos ellos son caras nuevas en sus partidos, Sumar presenta a Alba García en su primera experiencia en el País Vasco. Las únicas que repiten son Miren Gorrotxategi (Podemos) y Amaia Martínez (VOX).

De esta manera, casi todos los aspirantes a lehendakari son de una generación que se metió en política al finalizar el terrorismo de ETA en el año 2011.

Si los sondeos son correctos, la mayoría parlamentaria que salga de estos comicios será claramente soberanista rondando los 60 de los 75 diputados para el PNV o EH Bildu, en cuyos programas electorales va el "reconocimiento nacional de Euskadi" y el impulso a una mayor bilateralidad "en las relaciones Euskadi-Estado". Paradójicamente los niveles de apoyo a la independencia del País Vasco han ido bajando paulatinamente y se sitúan en torno al 20% en un momento en el que el debate soberanista y el nacionalismo no ha estado en campaña y no se encuentra entre las principales preocupaciones de la sociedad vasca.

Podemos, Sumar y Vox pueden quedarse fuera

El Parlamento vasco no ha tenido nunca una mayoría absoluta, ni siquiera en los momentos de mayor poder del PNV, de tal forma que el pacto y el acuerdo es la forma habitual en esta comunidad.

EH Bildu quiere que gobierne la lista más votada, pero se ha quedado solo en su propuesta, y los partidos buscan colocarse con sus escaños en la mejor posición para negociar.

El Parlamento quedaría menos fragmentando con 4 únicas fuerzas con representación importante: un PNV y EH Bildu que pintan el nuevo bipartidismo reinante en Euskadi- de mayoría soberanista y de corte ideológico derecha e izquierda- con un PSE, que se quedaría igual con una decena de escaños y un PP que subiría muy ligeramente a siete. Sumar podría conseguir un simbólico escaño pero con poco peso y Podemos y Vox despedirse del Parlamento.

Álava, los indecisos y la alta abstención, las otras claves del 21A

Álava es la provincia clave para todos los partidos en estas elecciones: PNV y EH Bildu, porque el desempate que desnivele la balance pprobablemente sea aquí; y en el caso de fuerzas que buscan entrar en el Parlamento, por tener el escaño más barato en votos, al repartir los mismos 25 parlamentarios que Bizkaia y Gipuzkoa.

Bizkaia es la plaza fuerte del PNV, mientras que Gipuzkoa es históricamente terreno más propicio para EH Bildu, aunque en 2020 el PNV ganó en los 3 territorios.

El censo electoral de 2024 es de 1.795.206 electores. Bizkaia tiene 945.874, Gipuzkoa suma 587.709 y Álava 261.623. Esto significa que el voto de un alavés tiene 3,6 veces más que el de un vizcaíno. Y es que el vasco es el único sistema electoral autonómico en el que no se tiene en cuenta la población para repartir proporcionalmente los escaños.

Además, la ley electoral vasca puso un mínimo del 5% de los votos emitidos en una circunscripción para poder acceder al reparto de escaños, pero en 2000, se cambió este apartado de la norma para rebajar este requisito al 3% vigente en la actualidad.

Las encuestas, además, hablan de una abstención de en entorno al 40 % (desde 2005 siempre ha estado por encima del 32 %), y un número de indecisos (20 %) con electores que deciden su voto en la última semana, precisamente los días que no hay encuestas que apunten tendencias.

Las elecciones vascas, en cifras:

Un total de 1.795.212 de ciudadanos llamados a votar.
Un total de 75.634 jóvenes votarán por primera vez.
En las elecciones habrá 729 locales electorales, con 2.695 urnas.
El dispositivo de seguridad está formado por un total de 1.227 agentes, 939 ertzainas y 288 municipales.

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