Estamos acabando el año y llega 2023, un año electoral en su máxima expresión, con los comicios autonómicos y municipales en mayo y las elecciones generales para acabar en noviembre o diciembre.
Ante tantos retos, la gran incógnita sigue siendo el único tema que queda por cerrar entre grandes partidos: qué plataforma unificará a la izquierda, si es que la hay, finalmente.
La figura de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha vivido en estos años de legislatura convulsa un subidón muy importante en la imagen pública. Su gestión para aprobar la reforma laboral, su capacidad de diálogo para llegar a acuerdos con sindicatos y empresarios, además de mejorar las normativas laborales han sido puntos fuertes que llevaron su figura a primera línea.
Tanto gustó entre la izquierda que Pablo Iglesias, cuando dejó el Gobierno y la política, no dudó un segundo en dejarle el testigo para el relevo a ella. Algo de lo que se ha ido arrepintiendo en los últimos tiempos al ver cómo Díaz no ha apostado por las viejas marcas de Podemos e IU, sino en su propia plataforma política, Sumar.
Ahora la gran duda está clara: ¿qué pasará en las elecciones con Sumar, Podemos, IU, Más País...? ¿Se presentarán juntos, como ansiaba Díaz, o habrá desbandada, con cada partido buscándose las castañas por su cuenta?
En la izquierda se teme el peor panorama posible: llegar a las urnas, sobre todo a las generales de finales de 2023, con la división por bandera y con cada partido con una lista distinta. Eso llevaría a una catástrofe electoral, como siempre ocurre cuando un sector electoral e ideológico se divide en varias candidaturas.
Ione Belarra, secretaria general de Podemos, volvió a dejarlo claro ayer miércoles en una entrevista en la 'SER', en la que apremió a su compañera de gobierno, Yolanda Díaz, a tomar una decisión urgente sobre si Podemos estará invitada y en qué términos para formar parte de Sumar.
Los morados lo tienen claro: quieren visibilidad máxima, no perder demasiado su marca y asegurarse los primeros lugares en las listas. Creen que tienen derecho porque llevan años abanderando la izquierda en nuestro país, e Izquierda Unida se plegará a lo que más o menos vaya viendo sobre la marcha.
Alberto Garzón, coordinador general de IU, hoy por hoy está a muerte con Díaz. Nada más nacer Sumar se plegó a vincular su futuro y su destino al de la ex del PCE, Yolanda Díaz, quien actualmente no se casa con nadie. Quiere un partido nuevo, libre de ataduras del pasado y de siglas muy posicionadas, como le pasó a Manuela Carmena cuando intentó ser candidata a la reelección como alcaldesa de Madrid por su cuenta, sin el apoyo de Podemos e IU. El experimento le salió bien a medias: ganó las elecciones, pero sin los suficientes apoyos como para evitar que el PP lograra el ayuntamiento de la capital gracias a Ciudadanos y Vox.
Plan B de Podemos
Podemos, mientras tanto, ya tiene preparado su plan B. Que no pasa, por cierto, por promover a Belarra, que tiene claro que su papel es como secretaria general del partido, pero es consciente de que no tiene tirón ni carisma como para ser candidata. Ese rol, parece, que se lo dejan a Irene Montero, a quien se han encagado de promocionar en los últimos meses gracias a sus avances en materia de Igualdad, como las recientemente aprobadas ley del sólo sí es sí, la nueva ley del aborto y la ley Trans. 3 éxitos que Unidas Podemos se ha encargado de adjudicarse como logro propio, separándose de Díaz.
De hecho, Yolanda Díaz está últimamente muy apartada de esa primera línea. Su gran activo es sólo el tema laboral, donde puede presumir de los datos de empleo, mejorar las condiciones de los trabajadores en algunos aspectos y subir el salario mínimo. Pero no la verán presentando otras leyes progresistas que logró la izquierda presionando al PSOE en el gobierno de coalición, porque Unidas Podemos tiene claro que Díaz es ahora mismo una rival, no una posible compañera y líder.
La primera cita será en mayo, con las elecciones autonómicas y municipales. Hoy por hoy parece más que evidente que Sumar no llega a tiempo, y tras la mala experiencia de las últimas elecciones andaluzas, con malos resultados en las urnas y división interna entre formaciones de izquierda, prácticamente se confirma que no estará en las papeletas.
La candidatura de Yolanda Díaz
Así, en regiones como Madrid volveremos a ver duelos fraticidas de la izquierda, como Más Madrid de Íñigo Errejón, Rita Maestre y Mónica García rivalizando contra los morados y socialistas. En las municipales, más de lo mismo, con cada partido por su cuenta, salvo, parece, las alianzas que Podemos e IU mantendrán en casi todo el territorio nacional. Otra cosa será en las generales.
Si Díaz da el paso, parece que IU y Más País (Garzón y Errejón), darán el paso para integrarse en Sumar. También el partido de Ada Colau (Catalunya en Comú) y los valencianistas de Compromís. La duda será Podemos, que tiene más dudas que ganas ahora mismo por ir de la mano de la vicepresidenta Díaz.
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