El quinto entierro de José Antonio Primo de Rivera ha terminado con enfrentamientos entre simpatizantes de Falange y agentes de la Policía que ha terminado con la detención de, al menos, tres personas. La salida del fundador de Falange supone un paso más hacia una normalización democrática del Valle de los Caídos y para corregir lo que Yolanda Díaz ha calificado como "una anomalía histórica".
Los restos de Primo de Rivera han llegado al madrileño cementerio de San Isidro sobre las 13:30 horas y allí le esperaban un centenar de simpatizantes de Falange que han saludado al féretro con el brazo en alto y cantando el 'Cara al sol'. Junto al coche fúnebre venía una larga comitiva con los familiares del fundador de la Falange. Han sido estos los que han decidido que los restos de José Antonio reposen a partir de ahora en San Isidro, junto a varios familiares enterrados allí, como su hermana Pilar, fundadora de la Sección Femenina.
Este hecho no ha pasado desapercibido por los nostálgicos, como el actual jefe nacional de la Falange, Manuel Andrino, que ha reprochado a la familia, en declaraciones a los medios, una actitud que ha calificado de "cobarde y servil". También ha condenado la actitud "profanadora" del Gobierno mediante la Ley de Memoria Democrática.
Otros concentrados también acusaban a la familia de Primo de Rivera de no haber "luchado" lo suficiente para impedir esta exhumación, que, además, han calificado de medida electoral a poco más de un mes para los comicios.
"Sus familiares, sobrinos-nietos, no conocieron a José Antonio, no se sienten relacionados con su doctrina y no han luchado por mantener su derecho a reposar ahí", ha comentado Jesús Muñoz, convocante de la concentración y que se define a sí mismo como falangista.
Disturbios a la llegada de los restos
A la llegada del coche fúnebre, la policía ha tenido que parar a los falangistas, para evitar que sobrepasaran el cordón de seguridad, y han tenido que utilizar las porras. Bajo gritos de "Arriba España", "Gobierno criminal" y "Primero asesináis y luego profanáis", los falangistas han tenido varios encontronazos con la Policía Nacional cuando han llegado los restos del político.
Entre los tres detenidos se encuentra Martin Sáenz de Ynestrillas, hermano de Ricardo Sáenz de Ynestrillas, que ha pasado a la comisaría de Moratalaz, también ha habido sancionados.
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