Tal y como se esperaba ya ha llegado al Ministerio de Justicia la petición de indulto para el ex presidente de Andalucía, José Antonio Griñán, condenado a 6 años de prisión por el caso de los ERE. Su familia ha presentado la solicitud alegando razones de "equidad y humanidad" y ahora la 'pelota' está en La Moncloa, que deberá pronunciarse al respecto, después de que lo haga el Tribunal Supremo.
Según se ha sabido este jueves la esposa y los hijos del ex presidente andaluz José Antonio Griñán han presentado "una solicitud exclusivamente familiar", que se sustenta en "circunstancias personales excepcionales, ya que se trata de un ciudadano de 76 años de edad con una intachable trayectoria vital caracterizada por su lucha por la libertad y la democracia, la igualdad, el estado del bienestar y por un profundo respeto a las instituciones del Estado". La familia del ex político alega razones de "humanidad y equidad" para justificar la petición de esta medida de gracia.
Los familiares han decidido no esperar a conocer el contenido íntegro de la sentencia del Supremo, que contiene votos particulares, y han querido trasladar ya la solicitud al Ministerio de Justicia. El Alto tribunal adelantó las penas para los enjuiciados por el caso de los ERE de Andalucía y condenó al ex presidente a 6 años de cárcel e inhabilitación especial por delitos de malversación y prevaricación.
El indulto a Griñán eleva la presión sobre Sánchez y el PSOE
El Gobierno estudiará la petición de indulto, que supone un nuevo quebradero de cabeza especialmente para el PSOE, ya que además de convencer a sus socios de Unidas Podemos, se enfrentan a la presión de los partidarios y detractores de su concesión.
Aunque el PSOE mayoritariamente ha defendido que Griñán es una víctima indirecta del caso y "no tuvo conocimiento de la malversación" que se estaba cometiendo con el dinero destinado a los parados andaluces, hay voces en el partido que no opinan lo mismo. Es el caso del líder socialista de Andalucía, Juan Espadas, que no ha dudado en pronunciarse en contra.
Sin embargo, en el lado contrario, presionan a Pedro Sánchez algunos dirigentes históricos como los ex presidentes del Gobierno, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y el ex vicepresidente Alfonso Guerra.
Sánchez ya ha defendido públicamente que no comparte las culpas recibidas por Griñán, pero se resiste desde hace semanas a pronunciarse acerca de un posible indulto, ya que es consciente de la mala imagen que acarrearía, los nuevos problemas que se levantarían entre los socios parlamentarios -que ya han avisado de su malestar- y de que estamos en un año previo a la cita en las urnas en 2023. No se quieren más fallos de alto alcance ni poner piedras en las ruedas, pero el compromiso con el PSOE también supone un importante motivo de presión.
Los defensores de Griñán llevan a cabo una estrategia clara: el primer paso es que haya un indulto parcial para que la Audiencia de Sevilla suspenda la ejecución de la sentencia y el ex presidente andaluz no llegue a ingresar en prisión. Después, como segundo paso, se espera que el Consejo de Ministros resuelva un indulto total o que al menos lo estudie.
Como es sabido, no está en el debate pedir un indulto para el antecesor de Griñán, Manuel Chaves, ya que sólo ha sido condenado a 9 años de inhabilitación, pero no a penas de prisión.
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