Feijóo asegura que el plan fiscal del Gobierno supone una subida de impuestos y olvida a las rentas medias

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que participó este viernes en el foro político La Toja, criticó la reforma fiscal del Gobierno anunciada ayer por la ministra Montero.

Feijóo asegura que el plan supone una subida de impuestos de 3.000 millones de euros y que además olvida a las rentas medias.

El gallego afirmó que “si Cataluña hubiese eliminado el impuesto de patrimonio, el Ejecutivo no habría actuado así porque se jugaría el propio gobierno”. “Parece que en España cumplir con la Constitución no es rentable y tensionarla, sí”, denunció.

También calificó de “enorme decepción” el anuncio del Gobierno y advirtió de los perjuicios que supone “mandar un mensaje contra las rentas y la inversión”, sobre todo cuando países vecinos como Portugal, cuyo primer ministro, también socialista, demuestran que se puede hacer una política fiscal más atractiva y enfocada hacia el crecimiento de la economía.

“Una cosa es pedir una tasa de solidaridad y otra decir que hemos de perseguir a los ricos, como les llama el Gobierno. Es un planteamiento populista sin convalidación en la socialdemocracia europea que queda”, subrayó Feijóo, añadiendo que considera que la propuesta “confusa, improvisada e incompleta” del Gobierno afecta a su “credibilidad, que es el activo más importante en política”.

Por otra parte, el líder 'popular' censuró que la reforma no actúa sobre el incremento de la cesta de la compra argumentando que también beneficiaría a los ricos, a los que el Gobierno, sin embargo, sí aplica la bonificación de los carburantes y la bajada del IVA y el gas.

Los errores

Asimismo, consideró un error que el debate tributario se plantee desde el punto de vista dogmático anunciando tasas e impuestos contra algo o alguien ya que “reproduce la dialéctica del populismo fiscal”.

Por otra parte, destacó que estas propuestas afectan directamente a la competitividad de las empresas españolas, “ya lastradas por la sucesión reciente de crisis económicas y la capacidad de nuestro país como polo de captación de inversión y riqueza”.

Aparte, rechazó “estigmatizar a las empresas con nombres y apellidos” porque es un “grave error que no ha cometido ningún otro presidente del Gobierno”.

En cuanto al ciudadano medio, cree que éste "ha pasado de ver a su Gobierno tratar como anatema cualquier tipo de bajada impositiva a la asunción entusiasta de la medida previamente descalificada”.

Aseguró que “una política distinta, más sólida y previsible es posible sin restar un ápice de audacia o de flexibilidad cuando se requiere” y aboga por seguir una “senda reformista madura, equilibrada, responsable y sostenible”.