El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha equivocado este miércoles al emitir su voto en el Senado, durante la tramitación de la reforma exprés del Gobierno para desbloquear la renovación del Tribunal Constitucional. Su sonado error llega meses después de la controvertida votación de la reforma laboral, que salió adelante gracias al diputado de su partido, Alberto Casero.
El último Pleno del Senado antes del parón estival ha quedado marcado por el fallo de Feijóo en la votación de la reforma para la renovación del Tribunal Constitucional. Se trata una iniciativa tramitada por la vía de urgencia que registró el PSOE para permitir que el Consejo General del Poder Judicial pueda designar a los dos magistrados del Constitucional que le corresponden.
El PP había manifestado su rechazo a la reforma, y habían exigidoo al Gobierno su retirada a cambio de negociar la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
La propuesta ha salido adelante con 147 votos a favor (PSOE, Izquierda Confederal, Bildu, ERC y PNV) así como Feijóo, mientras que el resto de senadores del PP, los de Vox y Cs han votado en contra (110).
El líder conservador llegó a la Cámara Alta el pasado 7 de junio, hace poco más de un mes, y en una de sus primeras votaciones ha cometido un error.
"Hoy he pasado el mal trago de debutar en el nutrido club de parlamentarios que se equivocaron en una votación. Al menos es un alivio saber que también le ha ocurrido a más de un presidente del Gobierno", ha manifestado el político gallego tratando de restar importancia al fallo.
En esta ocasión su voto no era decisivo para la aprobación de la iniciativa, por lo que quedará como una mera anécdota, ya que además no ha sido el único senador que se ha equivocado en esta votación. En la bancada socialista, María Elena Diego Castellano y Alejandro José Zubeldia Santoyo, han votado en contra de la reforma presentada por su formación.
El recuerdo del 'caso Alberto Casero'
Una situación bien diferente a la que protagonizó en el Congreso el 'popular' Alberto Casero, cuyo voto terminó sirviendo al Gobierno para sacar adelante la reforma laboral.
El caso ha llegado al Tribunal Constitucional, que ha admitido a trámite los recursos del diputado, el PP y Vox contra la decisión de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, de no permitir que cambiara el sentido de su voto. Y es que según los precentes, ningún parlamentario ha podido modificar su voto tras un fallo humano.
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