Feijóo sigue atando apoyos para lograr un congreso sin rivales a la presidencia del PP

El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, sigue atando y negociando apoyos para lograr un congreso extraordinario del PP en abril donde no haya rivales de peso para disputarle la presidencia del partido.

Era la condición que puso Feijóo para presentar al fin candidatura al puesto, una vez que era el favorito para relevar a Mariano Rajoy en 2018, pero fue algo a lo que se negó, dejando la carrera abierta para otros aspirantes de menor peso aparente, como fueron Pablo Casado o Soraya Sáenz de Santamaría, además de Dolores de Cospedal y José Manuel García-Margallo.

Esta vez, Feijóo sí dará el paso, pero la condición que puso a sus compañeros barones territoriales fue que en el congreso nadie de envergadura suficiente presentara una alternativa, ya que no quería presidir un partido dividido y con frentes muy diferenciados.

Y parece que este trabajo está dando sus frutos, puesto que medios como TVE aseguran que la madrileña Isabel Díaz Ayuso le ha dado su apoyo, que era sobre todo lo que buscaba el gallego, ya que consideraba a la presidenta madrileña como su posible rival más fuerte.

La estrategia de Feijóo

Feijóo sigue, de todas formas, con su línea de perfil bajo, sin mojarse públicamente y se limita a conversaciones internas con sus compañeros. Al respaldar al gallego, Ayuso ha despejado la carrera de aspirantes ya que pocos esperan que haya ahora un candidato que pueda tener suficiente peso como para liderar una corriente de muchos seguidores dentro del PP.

El gran paso que quiere dar Feijóo es convencer, que no imponer, que sus compañeros no negocien gobiernos con Vox, como una manera de distanciarse de la ultraderecha y recuperar el peso perdido en el electorado conservador. Por eso Castilla y León es la gran cuestión en la agenda.

El actual presidente de esa región, Alfonso Fernández Mañueco, ganador además de las últimas elecciones, está intentando seguir esa senda solicitada por Feijóo y el nuevo PP, buscando alternativas como es el caso de los partidos provinciales de la España Vaciada. Si los números salen, daría una alegría a Feijóo, que no quiere un futuro mapa territorial con pactos con Vox.

Ahora mismo los gobiernos autonómicos de Murcia, Madrid y Andalucía se basan todavía en estos apoyos.