El líder de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha obtenido el tercer grado penitenciario, conocido como régimen de semilibertad, según la decisión del juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional.
Esta medida ha sido otorgada tras un recurso presentado por Correa contra la decisión inicial de Instituciones Penitenciarias, que había rechazado su progresión al tercer grado.
El juez José Luis Castro, respaldado por el criterio del fiscal, considera que Correa ha mostrado una evolución favorable en su comportamiento, lo cual ha sido destacado en un informe. Dicho informe destaca el arrepentimiento expresado por escrito hace más de 2 años por parte del interno, así como su bajo perfil en el módulo de respeto de la prisión de Valdemoro (Madrid), donde ha dedicado gran parte de su tiempo a preparar su defensa en las diversas causas judiciales que enfrenta.
Además, el informe menciona que Correa ha asumido la responsabilidad de dirigir la Comisión de Ayuda Legal dentro de la prisión, brindando apoyo a sus compañeros en la elaboración de recursos legales y en la comprensión de su situación legal. Se destaca también su colaboración con la justicia al poner a disposición sus activos para cumplir con las responsabilidades civiles impuestas. Asimismo, se señala su participación en un Programa de Intervención de Delitos Económicos y su asistencia a las sesiones del juicio oral en la Audiencia Nacional, coordinando sus días de disfrute con las salidas en autogobierno.
Cuentas en Suiza
El juez resalta la decisión de Correa de desbloquear sus cuentas en Suiza y repatriar 20,7 millones de euros para reparar el daño causado y hacer frente a su responsabilidad civil. Además, se destaca su colaboración con la Fiscalía en otros casos en la Audiencia Nacional, como el juicio en curso sobre la trama valenciana, donde el ex presidente de esa comunidad, Francisco Camps, se encuentra acusado.
A pesar de la oposición de la Junta de Tratamiento de la prisión, argumentando la gravedad de los delitos, la falta de efecto intimidatorio de la condena y la existencia de una causa pendiente, el juez considera que existen factores positivos que respaldan la progresión de Correa al régimen abierto. Entre ellos destaca la existencia de una oferta laboral confirmada en un medio de comunicación.
Por último, el juez hace referencia a los procesos judiciales pendientes y recalca que Correa tiene un límite máximo de condena de 18 años de prisión. Sin embargo, el comportamiento mostrado desde su situación de libertad provisional demuestra una actitud distanciada de posibles incumplimientos ante la posibilidad de nuevas condenas.
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