El giro inesperado al guión de Vox pone nervioso a la izquierda: todo depende ahora del PNV

• ::: ÚLTIMA HORA::: El PNV pone fin a las especulaciones: no apoyará un gobierno de Feijóo aunque Vox se quede fuera

Si desde la misma noche del 23 de julio el partido que estaba en boca de todos era Junts, la formación independentista catalana, ahora es el PNV el que pasa a ser protagonista con el giro inesperado en la política nacional.

Ayer domingo Vox dejaba claro que no están de vacaciones y daba un vuelco a la historia de estas recientes elecciones al anunciar que renunciaba a sus aspiraciones de estar en el Gobierno con el PP si a cambio se consiguen así más apoyos parlamentarios para que Alberto Núñez Feijóo sea el próximo presidente y no lo sea Pedro Sánchez con la izquierda y los nacionalistas.

Entonces en seguida todos echaron cuentas: con los 137 diputados del PP y los 33 de Vox, en total 170, sólo harían falta 6 apoyos más.

Esos apoyos vendrían de la mano de UPN (1 escaño) y a falta de 5, se podría intentar convencer tanto a Coalición Canaria (1 escaño) y... al PNV (5 escaños).

Los nacionalistas vascos de centro-derecha y conservadores tendrían así el duro papel de tener que decantarse por un bloque u otro. Llevaban 5 años apoyando al de izquierdas por una estrategia puramente nacionalista.

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A favor y en contra de ese apoyo del PNV

El PNV lleva varios años con unas relaciones complicadas con el PP y, sin embargo, muy cerca del PSOE. Si bien es cierto que en 1996 fue histórico y determinante su apoyo clave para que José María Aznar fuera presidente, las cosas no acabaron bien y hubiera sido complicado pensar en que el apoyo hubiera continuado en la siguiente legislatura, pero en 2000 Aznar logró mayoría absoluta por sí mismo.

Después, en la era Rajoy, sólo ha habido contados apoyos parlamentarios, ya que hay lógicamente posturas muy cercanas por parte de PP y PNV en materia fiscal y económica, así como en materia ideológica conservadora.

Pero en estos últimos años de 'sanchismo' las relaciones de PNV y PSOE están más fuertes que nunca. Son aliados en País Vasco y se han venido repartiendo el control de las instituciones vascas y también algunas navarras en todo este tiempo. Aunque por motivos estratégicos los nacionalistas evitan dulcificar esa relación, la realidad es que hay una gran alianza que llega a Parlamento vasco, diputaciones, juntas provinciales, ayuntamientos...

"Ahora el asunto ya no es frenar a la derecha. La derecha ya está frenada, la ha frenado el PNV. Ahora el asunto es para qué sirven nuestros votos en la investidura de Pedro Sánchez" ¿Saben de quién son estas palabras tan categóricas desmarcándose de la "derecha"? Pues del mismísimo presidente del PNV, Andoni Ortuzar, en los medios.

También es complicado para el PNV pasar ahora a apoyar al PP: los socialistas podrían dejar de apoyar al lehendakari Urkullu como reprimenda, y con el PP no le salen las cuentas y los 'jetzales' tendrían que apoyarse en Bildu, con quien mantiene un pulso por el dominio social del voto nacionalista.

Además, el PNV, en caso de sostener a Feijóo como presidente, exigiría como contraprestación políticas autonómicas que favorezcan sus intereses, como traspasos de competencias y asuntos de financiación e inversión, lo que podría chocar continuamente con las posturas del otro socio incómodo, Vox. La estrategia el partido de Abascal durante estos años de 'apogeo' ha sido siempre cargar contra políticas que favorezcan a nacionalistas e independentistas, por lo que sus bases no validarían esa alianza.

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