El Gobierno ya no descarta tener que prorrogar los Presupuestos Generales del Estado de 2018, aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy, ya que tal y como ha admitido la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, "vamos muy ajustados". Moncloa ha iniciado ya la ronda de contactos con los partidos políticos para negociar las cuentas públicas, pero el tiempo juega en su contra.
"Vamos muy ajustados, somos conscientes, pero no dramaticemos. Se pueden prorrogar los Presupuestos por un estrecho margen de tiempo para poder tener los nuevos", ha manifestado la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, en una entrevista en 'Onda Cero', en la que ha reiterado que "son incomprensibles los vetos cruzados de unos partidos con otros".
El tiempo apremia ya que el Gobierno debe presentar el borrador de las cuentas en Bruselas el próximo 15 de octubre, por lo que la negociación podría derivar en una prórroga de los Presupuestos del ex ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Aunque Calvo defiende que "el Gobierno es progresista y, por tanto, le gustaría tener el apoyo de los partidos que les puedan acompañar en esa línea", en alusión a la mayoría de la investidura, ha afirmado que hay "partidos a veces les han acompañado y otras veces no", en alusión a ERC, que votó en contra de los últimos Presupuestos presentados por el Gobierno. Por este motivo, ha llamaddo a "todos los grupos parlamentarios que quieran a apoyar unas cuentas que reconocen la crisis social que tenemos por culpa de la pandemia".
Preguntada por la suma de Bildu a la negociación de las cuentas, Calvo ha defendido que "el Gobierno pactará con todos aquellos grupos políticos que acepten unos Presupuestos inclusivos, solidarios y progresistas; quienes entiendan y ayuden a la artículación de los fondos que van a llegar de Europa, serán buenos socios para nosotros".
Calvo ha pedido al PP que se abstenga en la votación de los Presupuestos: "No puede entender los Presupuestos de un Gobierno progresista, pero puede abstenerse".
La vicepresidenta también se ha pronunciado al respecto de la posible inhabilitación del presidente catalán, Quim Torra, y ha dejado claro que la mesa de negociación seguirá sin él si resulta inhabilitado, y le ha recordado su obligación de acatar las decisiones judiciales.
"En un estado de Derecho no se puede no aceptar una decisión judicial; ¿de qué le sirve a Cataluña en esta situación que un cargo público decida, cuando ha reconocido que incumplió la ley, insistir sobre la posición que le coloca frente a la ley?", ha manifestado Calvo.
A la espera de que el Tribunal Supremo se pronuncie, Calvo ha dejado claro que "si Torra es inhabilitado, no se podrá sentar en ninguna mesa, pero esta existirá porque no es un instrumento estratégico, sino una convicción".
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