Iglesias culpa a Errejón de reabrir el debate interno durante la campaña vasca y gallega

Continúa el cruce de 'pullas' entre los dos máximos responsables de Podemos, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Aunque ambos dirigentes han destacado que el debate abierto tiene que ser asumido con normalidad, existe cierto malestar por el momento elegido para reabrir la discusión sobre si Podemos tiene que tener un discurso duro y rupturista o amable y transversal.

"Se podía haber buscado otro momento", ha reconocido Iglesias en una entrevista en 'Al Rojo Vivo'. El debate se generó este martes a partir de un discurso del secretario general de Podemos en su primera visita a Galicia para apoyar la campaña de 'En Marea'. Durante los dos actos que tuvo durante esa jornada, Iglesias defendió que la formación mantuviera un tono duro y cargó contra quienes piensan que para captar a los votantes de los partidos tradicionales hace falta parecerse a estos partidos.

"Hay que sonar más a Bruce Springsteen que a Coldplay", aseguró Iglesias en un mensaje en clave claramente interna que se ha interpretado como una crítica a la estrategia de Errejón.

Sin embargo, el secretario general de la formación morada ha señalado que Errejón fue quien comenzó el debate al contestarle vía Twitter. "Me sorprendió el tuit, pero una vez en ese nivel, es bueno que las diferencias políticas se planteen públicamente. Hay que ser honestos", ha comentado Iglesias.

El líder de Podemos ha negado que le quisiera mandar una indirecta al secretario político durante el mitin y ha asegurado que le hubiera gustado que el debate se diera de otra forma, en vez de tenerle que responder también por Twitter.

Niega una escisión

El secretario general de Podemos también ha sido preguntado por las palabras de Juan Carlos Monedero, que en una entrevista con 'El País' ha asegurado que la lucha de Podemos no es sólo de ideas sino también de poder.

"Los debates, por desgracia, ya no tienen la belleza de los que teníamos antes. Ahora eso tiene implicaciones organizativas", ha apuntado Iglesias.

Al mismo tiempo, Iglesias ha querido destacar que no hay que tener miedo a hacer un debate "a la cara" y planteado en abierto. El líder de la formación morada ha asegurado que está convencido de que de esta discusión interna saldrán más fortalecidos y ha negado que se vaya a producir una escisión.

"A mi me gusta el estilo de Errejón. Sin ese estilo, Podemos sería más feo; pero también me gusta el estilo de Urbán o de Teresa (Rodríguez) o el de Echenique", ha apuntado el líder de la formación morada.

El debate que está comenzando en la formación a nivel nacional tendrá un primer hito claro en los procesos territoriales que se estan dando, especialmente en la Comunidad de Madrid.

Iglesias ha aprovechado también para criticar que se tuviera que enterar de la presentación del proyecto de Rita Maestre y Tania Sánchez por la prensa, además de para alabar a Miguel Urbán, el otro posible competidor a la dirección madrileña del partido.

El líder de Podemos ha negado que haya incumplido su propia postura de mantener una distancia respecto al proceso madrileño y ha asegurado que se limitó a opinar que el proyecto de Ramón Espinar podría ser mejor que el de Maestre.

La dinánima de pandillas

Por otra parte, el secretario de organización, Pablo Echenique ha compartido una reflexión en contra de lo que ha llamado "la dinámica de pandilla". El dirigente llegó a aplaudir el discurso de Iglesias en el mitin de Galicia, pero a la vez ha intentado rebajar la tensión incluyendo un tono de humor en el asunto.

Pero desde su función organizativa, Echenique ha advertido contra los riesgos de que se formen corrientes cerradas en un ambiente de enfrentamiento.

"Es normal y es inofensivo en la vida normal que formemos y mantengamos pandillas. Las enormes disfunciones que esto puede producir —sin embargo— en una organización con los objetivos y los principios de Podemos y cómo Telegram multiplica los riesgos os lo dejo a vosotros y vosotras para que lo penséis", ha lanzado desde la Universidad de Podemos donde tienen espacio precisamente muchos de los debates internos ya planteados.