Feijóo, 35 días para una misión casi imposible: las teorías de la conspiración a favor del PP

El martes por la tarde, el rey Felipe VI se decantaba por Alberto Núñez Feijóo y le designaba como candidato a la investidura como presidente del Gobierno. Ayer miércoles, la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, ponía fecha para el debate para dicha investidura.

Será los días 26 y 27 de septiembre, por lo que Feijóo tenía desde ayer 35 días por delante para negociar los apoyos necesarios para conseguir ser presidente. Justo ayer se cumplía un mes de las elecciones del 23-J y todavía tenemos que esperar más de 30 para citarnos en el Congreso para la investidura.

Dicho de otra manera, más de 2 meses perdidos para lo que muchos consideran, además, una pérdida de tiempo: Feijóo consiguió convencer al monarca de que era el candidato con más apoyos, pero realmente las cuentas no le dan para nada más que para llegar al debate con 172 votos a favor.

Las cuentas del PP

Ahora mismo Feijóo tiene garantizados 172 votos a favor, a 4 de la mayoría absoluta, tras contar con los 137 propios del PP, los 33 de Vox casi confirmados, y atados los 2 procedentes de UPN y Coalición Canaria (uno cada uno).

Sin embargo, se prevé que tenga enfrente 178 votos en contra: PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG. Así las cosas, no podrá ganar ni en primera o segunda votación.

El 27 de septiembre tendría lugar la primera votación de investidura, en la que hace falta mayoría absoluta para conseguir la presidencia. Después, en 48 horas, el día 29, habrá una segunda votación por la cual el candidato aspirará a ganar por mayoría simple: con más votos a favor que en contra.

4 abstenciones

Ahí es donde entran en juego las primeras especulaciones: ¿conseguirá al menos Feijóo que haya 4 abstenciones? ¿Qué podría ofrecer el PP a cambio de que 4 diputados, de cualquier partido, no se decanten por el voto en contra de su investidura?

El primer grupo parlamentario al que se miró fue al nacionalista vasco. Pero el PNV tuvo que volver ayer, por enésima vez, confirmar que se posicionará en contra de un combo PP-Vox al frente del Gobierno de la nación. Palabras que muchos insisten en posicionar en las teorías de fe del PP sobre que sería posible mover esa postura negativa hacia la abstención. Pero en el PNV saben que permitir la investidura de Feijóo tendría un duro coste en las elecciones vascas de 2024, donde Bildu le está comiendo la tostada y de hecho en las generales de julio los abertzales llevaron a cabo un 'sorpasso' histórico.

Entonces ya sólo quedan 2 opciones, puesto que están descartados Sumar, Bildu (línea roja de negociación del PP) y el BNG, partido nacionalista gallego, una tierra donde Feijóo no dejó amigos en la izquierda independentista. Se trata del nacionalismo catalán o alguna abstención en el PSOE.

La teoría del nuevo 'tamayazo'

La única esperanza 'popular' es que el milagro se obrara con algunos diputados de ERC o Junts, algo a priori inviable e inimaginable hoy por hoy por mucho que se hagan promesas de inversiones en Cataluña. Es por eso que las teorías conspiracionistas apuntan más a que en las filas socialistas al menos 4 de sus 121 diputados cambien de posición y traicionen a Pedro Sánchez.

Para ello el PP necesitaría localizar a los descontentos con el 'sanchismo' dentro del PSOE, que haberlos, haylos, como las meigas. Pero Sánchez se encargó de elaborar unas listas electorales con fieles para tener diputados más o menos controlables. De ahí que ya la última teoría pase por hablar de tránsfugas, al más puro estilo del 'tamayazo' que tuvo lugar en 2003 en la Comunidad de Madrid, cuando 2 tránsfugas socialistas permitieron que Esperanza Aguirre llegar al gobierno de la región central al ausentarse de la votación.

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