La ministra de Educación, Isabel Celaá, explicará este lunes a petición propia en el Congreso de los Diputados los acuerdos alcanzados con las comunidades autónomas para la 'vuelta al cole' -con mascarillas, toma de temperatura o protocolo en caso de brotes como novedades-, pero antes ya ha dejado claro que el Gobierno ha hecho todo lo que estaba en su mano ante las distintas críticas surgidas a raíz de su supuesta innacción o falta de previsión.
"Llevamos 20 reuniones en las comunidades autónomas. Me preocupa que nos digan que estamos desaparecidos. Llevamos seis conferencias sectoriales", aseguró entrevistada en 'Onda Cero'. "El 11 de junio presentamos un documento con 14 medidas para el inicio de la vuelta a las aulas y otro con medidas sanitarias", recordó. "La reunión del día 27 de agosto fue de ajuste, porque los protocolos estaban en el mes de junio", añadió después.
Asimismo, si bien aseguró que su gabinete con ella al frente ha estado trabajando en la 'vuelta al cole' todo el verano, descargó en las comunidades autónomas la responsabilidad de la eficacia de los planes a ejecutar puesto que son suyas las competencias en Educación.
"En junio, las comunidades autónomas ya tenían toda la información necesaria para el inicio del curso. A partir de ahí, la responsabilidad recae en ellas", sostuvo. "Se habilitaron más recursos para que las comunidades autónomas pudieran contratar personal y material, que son las que tienen que hacerlo", recordó apuntando que la gran mayoría de las autonomías ya pudieron en junio realizar sus protocolos de seguridad porque ya tenían las bases coordinadas con el Ministerio para ello.
"Eludir mi responsabilidad nunca ha sido una de mis características. He estado, igual que todos los equipos del Ministerio a pie de obra. Me he retirado de mi despacho ocho o nueve días, dos de los cuales he acompañado al jefe del Estado. Y he estado permanentemente pegada al teléfono", aseguró. "He estado todo el mes de agosto hablando con los consejeros de Educación", añadió.
Por otro lado, Celaá descartó que hoy por hoy pueda plantearse un cierre prolongado y general de los centros educativos como ocurrió durante el pico de la pandemia de coronavirus, pese a que la curva de contagios esté volviendo a crecer. "Hoy sabemos más de la infancia en relación a la Covid de lo que sabíamos en marzo, y hoy no se haría un cierre definitivo como lo hicimos en marzo", apuntó sin distinción entre las distintas tasas de incidencia y transmisión comunitaria que existen en las diferentes regiones del país. "La evidencia científica se acumula, y se sabe que los pequeños no son los superdiseminadores que se pensaba que eran en marzo", argumentó.
"Estamos trabajando en que las escuelas no cierren, que permanezcan abiertas. La escuela debe ser lo primero en abrirse y lo último en cerrarse", defendió. "Sólo hay que cerrar un colegio si hay un contagio descontrolado", apuntó. "No podemos cerrar una escuela porque el entorno esté más debilitado por el virus. Esto no lo podemos tolerar", concluyó.
- La OMS considera que el papel de las aulas en la pandemia vendrá determinado por el nivel de transmisión comunitaria existente en cada zona
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